El local se encuentra ubicado sobre la calle Esteban de Adrogué al 1061, en plena zona comercial de la ciudad. Entrar al local es encontrarse con un ambiente cálido y familiar: sus empleados son los mismos de siempre, desde hace años y uno ya los conoce casi como amigos.
"Prato", una empresa tana y familiar
El negocio es típico de la ciudad de Adrogué y muy concurrido entre vecinos y también celebridades. "Prato" refleja familia, trabajo y mucha pasión por sus clientes.
Unos cuadros con fotografías y recortes de diarios que se encuentran en la entrada revelan la trayectoria de "Prato", que fue inaugurada el 9 de julio de 1939 y hasta fue noticia en el Clarín de aquellos tiempos.
En una entrevista al escritor Jorge Luis Borges, le preguntaron por qué le gustaba tanto Adrogué y él menciona, entre otros lugares, los inolvidables domingos que iba a comprar a Prato.
"Mi padre, mi tío y cuatro hermanos con una madre viuda lo iniciaron en un pequeño local (donde actualmente está Petti Bombón) vendiendo pastas frescas, quesos y fiambres. En 1955, compraron un terreno baldío y construyeron allí cuatro departamentos donde vivía toda la familia junta", cuenta Marcelo a El Diario Sur.
Con el tiempo, Alberto "Beto" Prato, Francisco "Pancho" Prato, Cristian, Mauricio y Ricardo conformaron una sociedad en 1993 donde se hicieron cargo del local. "Prato" cuenta con gran variedad en rotisería, pastas frescas, fiambres de todo tipo, quesos, vinos y comidas caseras además de contar con una quinta orgánica con productos sin conservantes y naturales. Marcelo prioriza la importancia de la buena calidad, selección de personal y la atención al cliente, cualidades que lo ayudaron a estar en el negocio que ya cumplirá 78 años. Ahora cuenta con otra sucursal sobre Seguí y un salón de eventos para todo tipo de fiestas en Grummont.
Muchos famosos concurrieron y concurren al lugar, entre políticos, vedettes (Lizzy Tagliani y Flor de la V), conductores de TV (Susana Giménez), jugadores de fútbol (Clemente Rodríguez y el "Cholo" Palmieri), músicos (Axel), entre otros pero él recuerda especialmente a un vecino muy anciano que cada viernes a la mañana llega en remis, con su bastón a comprar y es algo que hace hace años sin falta.
"Prato es mi vida, mi pasión, me crié en estas calles, es mi barrio. Este negocio se bancó mil cosas y siempre con trabajo. Mi sueño es dejarle esto a mi hijo y seguir siendo feliz con lo que hago que es lo que me pasa", expresa. Marcelo tiene 58 años y desde los 19 años trabaja en el lugar debido a un problema de salud de su padre Beto que lo llevó a encargarse del local. Ahora, comparte el legado con su hijo Federico que trabaja junto a él haciendo de ésta una empresa con estilo de las buenas familias italianas.