Alte Brown |

Centro Cultural Bijou, un lugar donde la historia y el arte se mezclan

Sandra Agís nos revela la historia del centro que cumplió 25 años de vida. Se trata de un patrimonio cultural excepcional para los brownianos.

Ubicado en Bartolomé Mitre 995 en pleno centro de Adrogué, el centro cultural guarda una increíble historia de secretos y misterios. Sandra Agís es la directora y además artista, al igual que su madre conocida por todos como "Bijou" que en francés significa joya.

Bijou fue nombrada ciudadana ilustre de Almirante Brown por su trayectoria y su increíble habilidad para pintar cuadros, que eran retratos de las antiguas casonas del distrito. Tal es así, que su arte llegó hasta el Congreso de la Nación y el embajador de Kuwait, un país árabe, Mr. Salem G. Al- Zamanan, se mostró conmovido por su obra que la propia artista decidió regalárselo.

Lo que ahora es un centro cultural, fue años atrás una pensión de señoritas a cargo de María Rosa Menéndez, abuela de Sandra, donde con el tiempo decidieron convertirla en una cuna para el arte local. Cada espacio que uno recorre puede encontrarse con una pequeña pieza de Brown: sobre la escalera de la entrada se halla el cuadro del artista plástico oriundo de Glew, Jorge Aranda, quien se desempeña como profesor en el centro; en el patio de la casa se encuentra una cruz realizada por el reconocido escultor y amigo Oscar Rivera que es el responsable del Museo Claudio León Sempere de Burzaco y en uno de los pasillos podemos encontrar una donación en homenaje a Mercedes Sosa, de la artista Rosa Bark de Narosky, esposa del famoso escritor de aforismos José Narosky. También Sergio Merasche, el fileteador porteño, le obsequió una maravillosa placa que da nombre a la sala Oscar Rivera.

"En el 1974 mi abuela alquiló este lugar cuando yo tenía 10, 11 años. Fue una pensión hasta 1991 cuando nos mudamos y decidimos llevar adelante esta iniciativa", contó Sandra Agís, en diálogo con El diario Sur. "Mi madre se dedicaba a pintar todos los días, se colocaba delante de la casa con su atril y pintaba, le preocupaba mantener las construcciones y que no se tiraran abajo. Mi mamá comenzó a dar clases en el comedor de la casa y Gloria Cruz fue la primera profesora, en el 1996 llegó Araceli, una amiga odalisca que me ayudó muchísimo, tenía muchas alumnas y la danza árabe estaba de moda".

Las pensionistas con el tiempo se fueron mudando, sólo quedó "La Colo", una vecina que hoy se encarga de cuidar y mantener el lugar. Actualmente el centro alberga a la famosa Comedia Musical Malibú y se dictan clases de pintura, árabe, francés, salsa, tejido y pilates.

Sandra coordinó arte en la Casa de la Cultura, fue directora de promoción cultural del partido de Almirante Brown y actualmente trabaja en el Museo Histórico La Cucaracha. "Para mí el centro es el lugar del arte. Cuando yo entro, siento el aroma de lo que era la pensión, me acuerdo de las baldosas que mi abuela quería que siempre estén impecables, siento a mi mamá pintar. Cuando entro, entro a la casa, a la pensión y al centro", finaliza.



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