Prácticamente en todo momento el tránsito en Canning presenta un alto caudal de autos. Pero con algunos horarios pico, como el de "la ida de los días de semana, entre las siete y media y las ocho y media de la mañana. También el tráfico se vuelve pesado a la hora de la vuelta a casa, entre las 17 y las 19, y los domingos a la tarde noche, cuando muchas familias se vuelven a sus casas luego de pasar el fin de semana en la localidad.
¿Cuál es el atajo para esquivar el tráfico en Canning?
Entre las siete y media y las ocho y media, la zona de Mariano Castex comprendida entre los semáforos de Saint Thomas y Dupuy se vuelve un caos. Algunos vecinos intentan esquivarlo.
Probablemente, buena parte de esa problemática que tanto les complica la vida a los vecinos se solucionaría si el gobierno de la provincia de Buenos Aires concluyera la tan postergada obra en la ruta 58, para que tenga doble mano. Mientras tanto, algunos osados y conocedores de la zona buscan caminos alternativos para evitar el caos de Mariano Castex, con sus semáforos implacables.
A las claras, la zona donde el flujo de coches más se traba es en la comprendida entre el semáforo de la entrada de Saint Thomas y el de la avenida Boulevard Dupuy. Se trata de dos puntos clave. Por un lado, hay una gran cantidad de autos que salen de Saint Thomas, y, por el otro, Dupuy asume todo el tránsito que va y viene del colegio Grilli y de los barrios que se encuentran por esa zona.
¿Cuál es la alternativa que encontraron algunos para eludir esa masa de autos que se toma hasta 20 minutos para recorrer dos kilómetros? Una calle poco conocida hasta ahora- que se llama José Champagnat, está asfaltada y tiene un trazado paralelo al de la ruta 58, del lado que pertenece al partido de Ezeiza. Sobre esa arteria, por ejemplo, se encuentra la escuela Humanos.
Quien circula por la ruta desde el lado de San Vicente, buscando el centro de Canning, puede empalmar Champagnat 1.200 metros antes de Dupuy, en la calle Montes de Oca, o 900 metros más atrás, tomando Vieytes. En tanto, los que van en sentido contrario solo tienen la posibilidad doblar a la izquierda en el semáforo de Dupuy y agarrar un tramo pequeño de la calle Barreiro (no confundir con la avenida Félix Aguilar) para luego doblar en Hipócrates y finalmente desembocar en Champagnat.
¿Cuál es el estado de esa calle? Por el momento es bueno. Tiene una franja de diez metros donde el asfalto está completamente destruido, pero por fuera de esa excepción no tiene baches. La velocidad a la que se puede conducir es limitada, porque cada 100 metros hay lomadas muy agresivas con los vehículos.
De todas formas, la pregunta es cuánto aguantará el asfalto de Champagnat. Porque claramente se trata de una calle alternativa, que no estuvo pensada para soportar el tránsito diario que pasa sobre ella, y que incluye furgonetas y camiones. La solución, nuevamente, pasa por la doble mano de la ruta, que espera a ser terminada desde 2014.
El tiempo que se gana yendo por Champagnat es relativo. Cada vez más automovilistas deciden tomarla y cada mañana se puede ver a un par de policías locales ordenando el tránsito en una esquina. Tomarla tiene más que ver con la sensación de "seguir en movimiento, aunque el camino sea más largo, pero sin las nerviosas esperas que provoca la ruta.