Esteban Echeverría |

Vandenbroele prometió confesar como arrepentido y pidió protección

El presunto testaferro de Boudou se presentó ayer en la fiscalía y regresará el viernes. Está investigado por la consultoría a Formosa y por sus nexos con el ex vicepresidente.

Acusado de haber sido testaferro del ex vicepresidente Amado Boudou , enfrenta un juicio oral por el caso Ciccone y tiene otras tres causas abiertas. Desde ayer, lo custodia el Programa de Protección de Testigos e Imputados del Ministerio de Justicia. Su primera declaración como arrepentido está prevista para el viernes.

Vandenbroele llegó a la fiscalía de Jorge Di Lello ayer, a las 14, tal como estaba acordado. Lo acompañaban el jefe de la Policía Federal, Néstor Roncaglia, y un funcionario del Ministerio de Seguridad, Gonzalo Cané. Hacía semanas que la defensa conversaba con el Gobierno sobre esta presentación. Dos veces estuvo a punto de concretarse. La semana pasada, Vandenbroele se reunió con la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich. Ella fue quien, el viernes, le anunció a Di Lello que Vandenbroele iba a hablar, según fuentes oficiales.

La detención de Boudou, dispuesta por el juez Ariel Lijo hace diez días, precipitó la decisión de Vandenbroele, relató una alta fuente del Gobierno, que dijo que él se había encontrado, de repente, "sin abogado y sin dinero". Vandenbroele se presentó ayer en lo de Di Lello, en el 5º piso de Comodoro Py, sin abogado. Su defensa particular había renunciado, semanas antes.

El fiscal convocó entonces a Juan Martín Vicco, el defensor oficial que lo representará en el caso por la presunta asociación ilícita que Vandenbroele está acusado de integrar junto con Boudou (es la causa por la que el ex vicepresidente fue detenido). Vicco no sabía nada de lo que estaba ocurriendo. Di Lello convocó también a Francisco Lagos, el titular del programa nacional de protección de testigos, al que Vandenbroele quería ingresar. 

El viernes Vandenbroele declarará ante el fiscal y sellarán un acuerdo. "Eso siempre y cuando brinde información que pueda comprobarse". Para gozar de los beneficios de un arrepentido, el presunto testaferro deberá aportar datos "precisos, comprobables y verosímiles" que colaboren con el éxito de la causa. Deberá hacer referencia "únicamente a los hechos ilícitos de los que haya sido partícipe" y "a sujetos cuya responsabilidad penal sea igual o mayor" que la suya.

Incluso si cumpliera todos estos requisitos, no evitaría ser sometido a juicio ni condenado, pero su pena, según dice el nuevo régimen sobre los arrepentidos, "podrá reducirse" y no ser la del autor de un delito consumado, sino la que la ley prevé para los casos de "tentativa".

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