Esteban Echeverría |

La Clínica Monte Grande se ilumina de rosa

Desde el pasado Sábado y durante lo que resta de Octubre, la fachada de la Clínica Monte Grande se iluminará de rosa, en el marco del Mes de la Sensibilización sobre el Cáncer de Máma. La importancia de la prevención y el diagnóstico temprano.

Según datos de la Organización Mundial de la Salud, cada año se producen 1,38 millones de nuevos casos y 458.000 muertes por cáncer de mama; por mucho la patología oncológica más frecuente en mujeres a nivel global. La abrumadora mayoría de las muertes son, sin embargo, en países en vías de desarrollo. En la Argentina, se estima que unas 30.000 mujeres al año fallecen a causa de algún tipo de neoplasia. De ellas, el 20% son víctimas del cáncer de mama, que es por lejos la mayor causa individual.

En los últimos años, en Latinoamérica ha aumentado drásticamente su incidencia – es decir, el número de casos detectados entre la población sana -, pero no necesariamente sea esta una mala noticia. El aumento en la esperanza de vida y el mayor acceso a técnicas diagnósticas precisas ha aumentado la posibilidad de detección, abriendo la puerta a mejores pronósticos gracias al tratamiento temprano de la enfermedad.

Las ventajas pronósticas de la detección y tratamiento tempranos, que en muchos casos pueden significar la diferencia entre la vida y la muerte, motiva que la OMS celebre todos los años durante Octubre, el Mes de la Sensibilización y todos los 19 de dicho mes, el Día Mundial de la Lucha contra el Cáncer de Máma. El objetivo es el de difundir la importancia tanto de la prevención primaria, reduciendo los factores de riesgo que aumentan las chances de contraer la enfermedad, como también de la prevención secundaria, que apunta a detectar el cuadro tempranamente, abriendo ventanas terapéuticas que permiten disminuir la morbimortalidad.

El cáncer de mama puede afectar tanto a hombres como a mujeres, sin embargo, es muchísimo más común en las últimas. Si bien aún no se conoce en detalle los factores que llevan al desarrollo de la enfermedad, hay factores de riesgo conocidos cuya presencia ha sido demostrado que aumenta las posibilidades de sufrirlo.

Algunos de ellos no son modificables, como el sexo, la edad, los antecedentes familiares de cáncer de mama o de cualquier otro cáncer ginecológico, o el antecedente personal de patología benigna de la mama. Sin embargo, existen otros factores relacionados con el estilo de vida sobre los cuales se puede actuar. El cáncer de mama no escapa a la regla general, y aumenta su incidencia en las mujeres tabaquistas, así como también en personas con sobrepeso, sedentarias o que han estado expuestas a ciertos químicos o tratamientos hormonales. La incorporación en general de hábitos de vida saludables, como una dieta equilibrada y la actividad física, han demostrado reducir el riesgo hasta en un 40%.

Uno de los objetivos de la campaña que impulsa la OMS es el de generar conciencia sobre la importancia de trabajar sobre aquellos factores de riesgo asociados con el estilo de vida, sobre los cuales se puede lograr un impacto significativo. La Clínica Monte Grande, en el marco de esta iniciativa, tiñe su fachada de luz rosa durante todo el mes. El Lunes 19, en que se celebra el Dia Mundial de la Lucha contra el Cancer de Mama, personal de la Clínica estará entregando los tradicionales lazos rosas – símbolo del movimiento -, como así también folletería explicativa tanto sobre los aspectos a incorporar para reducir el riesgo, como también sobre la importancia de la consulta para detección temprana.

El cáncer de mama es una de las pocas patologías oncológicas para las cuales se poseen métodos diagnósticos que permiten detectar la enfermedad en su período pre-patológico, es decir, antes de que den ningún síntoma. La forma mundialmente aceptada de detectarlo es mediante la mamografía de screening, que consiste en una radiografía de las mamas, capaz de detectar lesiones en estadios muy incipientes de la enfermedad.

La Sociedad Argentina de Mastología recomienda realizar la primera mamografía a partir de los 40 años. En mujeres jóvenes y con mamas densas el especialista puede sugerir además, una ecografía, también llamada ultrasonografía.

Es muy importante realizarse periódicamente una mamografía, 1 vez cada 3 años para mujeres menores a 40 años, y una vez por año a partir de los 40 años de edad teniendo en cuenta que aumenta mucho las probabilidades de contraerlo. Es importante también tener en cuenta que si bien el examen mamario manual es una técnica que en las manos de un profesional puede ser muy valiosa, en el caso del autoexamen, puede no serlo tanto. Es recomendable que una vez por mes se realice el autoexamen, y que ante la presencia de cualquier masa o tumoración extraña, alteraciones en la piel o secreción anormal por el pezón, consulte al especialista sin demoras. Sin embargo, el no encontrar nada en el autoexamen de ninguna manera excluye la necesidad de la mamografía.

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