Esteban Echeverría |

"Yoga, un estilo de vida"

El yoga, una técnica que nos conduce hacia una vida equilibrada, sin prejuicios y neuróticas auto exigencias

El estrés, el cansancio y la ansiedad del día a día no nos permiten conectarnos con nosotros mismos y nuestros seres queridos. La técnica del yoga se plantea como una solución a este problema; y cada vez suma más adeptos. Lo cierto es que no sólo brinda serenidad, estabilidad y momentos de introspección; sino que también otorga innumerables beneficios a nuestro cuerpo como flexibilidad, elasticidad, fuerza, resistencia y ejercitada regularmente tiene una indudable eficacia antiestrés y flexibiliza el cuerpo. Lo que no es poco. Pero esas son apenas algunas de las múltiples caras del yoga, que también es filosofía, estilo de vida, y sistema de armonización psicofísica.

En sus más de cinco mil años de historia cubrió un intenso recorrido, desde sus inicios contemplativos en las montañas de la India antigua, hasta el poderoso y multifacético cuerpo doctrinario que se diseminó por todo el planeta. Hoy la palabra yoga circula con comodidad dentro del discurso de la ciencia occidental y no son pocos los médicos y psicólogos que la recomiendan como herramienta terapéutica de aplicaciones múltiples.

 Existen estudios científicos que avalan la eficacia de esta práctica milenaria para controlar el dolor, el estrés, la hipertensión y la diabetes; también para doblegar contracturas musculares o mejorar la capacidad respiratoria de las personas asmáticas y recuperar el equilibrio mental.

 "Yoga es la unión de la mente, el cuerpo y el espíritu a través de la respiración y la meditación” afirma Estela Hernández, profesora de esta disciplina en YogArte Monte Grande. "Es una técnica de conexión con uno mismo, y todo eso se va logrando progresivamente con  práctica y constancia” continúa.

 Esta disciplina milenaria no busca estimular una porción recortada del cuerpo sino la inclusión de  lo afectivo, social, intelectual y espiritual. El trabajo muscular de la práctica de yoga no es igual al que se realiza en un gimnasio. Si bien los músculos adquieren una firmeza, resistencia y fuerza muy importantes, la manera de trabajarlos es diferente. Se trata de utilizar ejercicios de elongación seguida de relajación, buscando simetría entre ambas mitades del cuerpo. Cuando la fuerza muscular se acompaña de flexibilidad, el músculo se vuelve más resistente y más sano.

Una vez que se logra combinar estas dimensiones, la persona está en condiciones de considerar la existencia de forma manifiesta en un respeto integral hacia uno mismo, a los demás y a la naturaleza.

Para realizar esta actividad no hay un piso ni un tope de edad. Todos la pueden realizar. ”La poca flexibilidad o rigidez corporal, la edad o alguna limitación física, no son impedimentos para ejecutar las posturas, ya que para cada persona hay una opción adecuada para su cuerpo” aclara Estela Hernández y continúa "todo el mundo puede ser hacer yoga”.

 Si bien el yoga es una técnica universal, existen diferentes tipos, que  a su vez, emplean distintos métodos. En ciertos casos algunas técnicas son más dinámicas que otras; la principal diferencia se centra en la manera de abordar las posturas, poniendo más o menos énfasis en la respiración, la fluidez, la meditación, etc. Pero es importante aclarar que aunque los métodos sean diferentes, todos los tipos de yoga persiguen el mismo objetivo: el equilibrio mental, físico y emocional. Por ejemplo, en la actualidad hay proyectos para llevar el yoga a las escuelas con el objetivo de que desde temprana edad, los chicos conozcan esta técnica.

"Yoga en la educación pretende llevar el esta disciplina a las escuelas, para trabajar la no violencia, la meditación, la tranquilidad. Todo eso ayuda en la educación de los niños que aprenden a pensar de otra forma y a tener más conciencia de su cuerpo” explica Hernández.

Por otra parte también hay clases para embarazadas con el fin de acompañarlas en un momento tan importante enseñándoles técnicas de relajación y preparación mental para llegar al parto "sin ningún tipo de temor”.

 Estela Hernández cuenta que en las clases de yoga atraviesa diversos momentos. Primeramente, se realizan varios ejercicios de respiración sentados sobre un almohadón, con las piernas cruzadas centrando la atención en el cuerpo, activando la consciencia para realizar los movimientos siguientes.  Luego se estiran las distintas partes del cuerpo, con cuidado y de manera tranquila, focalizando la atención en los próximos ejercicios. Por último, se lleva a cabo la correspondiente relajación que dura aproximadamente veinte minutos, finaliza la clase y se agradece.

La clave fundamental en el yoga es la respiración. La premisa de esta actividad es volver consciente esta función biológica que realizamos de forma mecánica o involuntariamente. "El control de la respiración es inseparable del movimiento, quietud o desarrollo de las posturas. La respiración es una puerta de acceso a la purificación de la mente y el cuerpo” afirma la instructora.

 

Puede ayudarnos a sustituir progresivamente la enfermedad por la salud, la debilidad por la fuerza, el temor por el amor, la dispersión por la concentración, la ansiedad por el contento, la duda por la confianza, la acción inconsciente, automática o pasional por el acto consciente, profundo y ecuánime. Es cuidado del cuerpo, manteniéndolo sano y saludable, como medio necesario para obtener la armonía y equilibrio global de la persona. El Yoga no es más ni menos que "una filosofía de vida”, concluye Estela Hernández.

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