Columnista |

Marquitos, el que no sale en las fotos

Mi amigo Marcos está en su momento de mayor gloria. Sin embargo, recién cuando se publique nuestra edición va a salir del anonimato en el que se encuentra tras su mayor logro profesional.

Hace poco más de un año decidió aceptar por primera vez un cargo político. Su falta de experiencia en esas lides y la mía (con años de tratar a funcionarios públicos, candidatos eternos, legisladores y concejales), nos acercaron aún más. Habíamos hecho juntos la secundaria, compartimos miedos y descubrimientos adolescentes y un inolvidable viaje de egresados a Bariloche.

Marcos es el responsable de prensa y comunicación de Necochea. Después de viajar cada verano junto a su familia por espacio de 10 años ininterrumpidos, y enamorado de una nacida y criada local, decidió quedarse "...todo el año, a ver qué pasa". Rápidamente se cargó la programación de la radio zonal de mayor audiencia y vivió de la venta de publicidades. Lo que pasaba durante el año era que la ciudad queda dividida en dos de un modo desconocido para los veraneantes: "el balneario" y "la ciudad vieja".

Especialista en comunicación, Marcos se autoimpuso el reto de terminar con "esa grieta". También dio millones de vueltas pensando en cómo desarmar el concepto instalado por el que si alguien dice: "Necochea", el resto piensa en vientos huracanados. Marcos midió el viento de Necochea en distintos meses del año, y lo comparó con otras mediciones de Miramar y Mar del Plata y puede afirmar, sin dudar, que las tres ciudades son igual de ventosas. Lo mismo hizo con la temperatura del agua, aunque ahí sí se registraron un par de grados menos en las saladas aguas necochenses. Lo que no admite comparación, siempre según Marquitos, es la extensión de sus playas, "y la puesta del sol en verano; en el mar, como en Punta del Este", exagera.

El prestigioso periodista local decidió entonces aceptar el convite del intendente electo. "En vez de vivir criticando desde el micrófono, jugátela y acompáñame en la gestión. Hagamos crecer la marca de la Ciudad", lo azuzó. Y Marcos aceptó. Y armó un plan para tentar a los principales planteles del fútbol profesional argentino para que volvieran a hacer sus pretemporadas en Necochea, aunque tuvo suerte dispar. "Antes teníamos algunos técnicos que venían siempre: Bianchi y Gallego trajeron a distintos equipos. Ahora dirigen técnicos más jóvenes, que nunca vinieron...", se lamenta.

Obsesionado por exprimir los canales de comunicación que le permitieran difundir la ciudad, arregló una convocatoria con empresarios del sector hotelero, gastronómico y de balnearios. La propuesta era simple, armar un fondo de inversión que le permitiera negociar con TN y Canal 13 la difusión de imágenes de la playa al momento de la "recorrida del tiempo". Y así funcionó. Instalaron una cámara superHD en la costanera, con un domo 360 para hacer paneos, que alternativamente toma imágenes mientras el meteorólogo de turno dice: "...vamos a ver cómo está el tiempo en Necochea". La movida de Marcos fue un éxito, aunque se había reservado una carta que alcanzó inesperada repercusión internacional: convenció a tres amigas de su mujer (también nacidas y criadas), de hacer topless en el balneario al que van sólo "los locales". Jura y perjura que la idea terminaba ahí, tal vez sí esperaba alguna foto y polémica en el tradicional Ecos Diario. "Pero el resto no", dice con una sonrisa.

El resto, ya es parte de una historia más conocida...

¿Querían ficción?

Buena semana.

Dejá tu comentario