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El juego de las diferencias

Los últimos días nos encontramos debatiendo si el famoso audio de WhatsApp de Sergio Massa, pidiéndole a los suyos atacar a Macri comparándolo con el ex presidente de la Alianza Fernando De la Rúa, era ético, una chicana política o un acto desleal o destituyente.

Al hacer un poco de historia podemos señalar un par de similitudes indiscutibles entre De la Rúa y Macri: a) los dos usaron su jefatura de gobierno porteño como trampolín a Balcarce 50 ("estoy a 100 pasos", ¿se acuerda?; b) los dos son hinchas de Boca...

 

Creo que hay otro punto común, aunque ahora sí puede ser discutido: De la Rúa llegó para dejar atrás 10 años de menemismo y Macri 12 de kirchnerismo. En ambos casos "lajente" (Massa dixit) votó un cambio. Cierto es que después de esos gobiernos, que superaron una década, el que sigue "transiciona". El parámetro de su permanencia o no, de su vigencia o fracaso, lo comenzará a dar la elección parlamentaria intermedia prevista para el segundo semestre 2017.

 

Desde la construcción política no hay parangón entre Fernando y Mauricio.

 

De la Rúa soñó con ser presidente desde muy joven y para lograrlo hizo el camino que marcan los libros de la centenaria Unión Cívica Radical. Paso a paso, convención a convención, elección a elección.

 

Macri decidió ir por cargos políticos cuando se quedó sin objetivos como presidente de Boca. Y fue por más como Jefe de Gobierno porteño. Se bancó el revés en 2007 cuando pierde con Ibarra en balotaje, hasta que vio una luz en la oscuridad de Cromagnon. Desde allí no paró de ganar: dos períodos al frente de la siempre bella ciudad de Buenos Aires y la flamante presidencia actual.

 

De la Rúa presidente conformó un gobierno dividiendo los cargos ejecutivos en forma proporcional a la conformación societaria entre la UCR y el Frepaso. Y esa división terminó dividiendo, dándole lugar al peronismo que cuando le dan un metro en el área hace gol. Y fue gol de Duhalde que llegó a la presidencia a dos años de haber perdido la elección en primera vuelta. Vueltas de la vida...

 

Macri también armó una sociedad con la UCR para llegar a la Rosada. El radicalismo fue su socio estratégico por aparato y fundamentalmente porque le garantizó fiscalización en todo el país. Por esto nos encontramos con mucho intendente radical que no imaginaba que le llegaría el turno en diciembre 2015. Sin embargo, a la hora de elegir su gabinete Macri eligió macristas. Cerró filas y se refugió en sus hombres de mayor confianza y dejó a prestigiosos dirigentes radicales rumiando bronca.

 

De la Rúa estrelló la nave económica intentando mantener su promesa electoral de la paridad peso/dólar, tema siempre caro para el acervo nacional. Cierto es que la coyuntura internacional no lo ayudó, pero él mostró una particular capacidad autodestructiva, y voló...

 

Macri en cambio no tiene ningún problema en hacer y deshacer. En decidir hoy y contradecirse mañana. Cree que se diferencia de la "soberbia kirchnerista" si dice: "nos equivocamos y ahora lo vamos a arreglar". Todo, sin medir que a veces no vale equivocarse y que se supone que quien toma ciertas decisiones no debe dudar. Sino, pregúntenle a un cirujano...

 

Creo que el gobierno va "consumiendo vidas" en el juego de gobernar. Que esta idea de ratificar o rectificar a la luz del proceso de las encuestas on line, o de la lectura del humor general según las redes sociales, tiene una fecha de vencimiento.

 

Probablemente nadie sepa cuál es, pero el desgaste se percibe en nuestra región y el gobierno debiera tomar nota.

 

Buena semana.

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