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¿Y si el Patrón del mal termina con el mal?

Tiempos de campaña 2017. Tiempos de encuestas y focus groups.

Los encuestadores manejan distintas técnicas (presenciales, telefónicas, por muestreo, etc.) y se arrogan mínimos márgenes de error, que van del 3 al 5%. Sin embargo, la historia dice que son pocos los que se acercaron a los resultados finales de cada una de las últimas elecciones. No obstante ello, todos siguen encuestando y acomodando sus números según el contrato que logren. Es como si los candidatos pagaran por una especie de: "mentime que me gusta” o mejor dicho: "mentime para que el ánimo de los míos no decaiga”. 
 
Un amigo que vive desde hace años de la comunicación institucional suele repetir que, tanto los políticos como las grandes empresas, pagan fortunas a consultores en comunicación para que les digan: "ahora es tiempo de mantener perfil bajo hasta ver cómo evoluciona la situación”. Mitad verdad, mitad mentira, jura que es la frase que más repite a sus distintos "clientes”. Esos clientes que cuando tienen una verdadera crisis no pueden ir "más abajo” con su perfil y hacen como el avestruz: esconden la cabeza bajo tierra… Un ejemplo: la crisis que desató el cierre de Pepsico. Los "voceros” de la empresa fueron desde los ministros Jorge Triaca o Patricia Bullrich hasta el propio presidente de la Nación Mauricio Macri. Los responsables de la comunicación, marketing, relaciones institucionales, asuntos públicos, relaciones con la comunidad, atención al consumidor o recursos humanos de la multinacional: bien, gracias…
 
Lo mismo pasa con los encuestadores el día después de cada elección. "La lluvia complicó la llegada de los votantes a las escuelas”, "el humor social se vio seriamente afectado por el aumento de la leche larga vida del viernes último”, "las largas colas en las mesas predispusieron mal a los votantes”, y otras frases ingeniosas, rimbombantes y ficticias que justifican su falta de profesionalismo. Pero ¡atención! hay encuestas bien hechas, con base científica, que son una buena herramienta para vislumbrar tendencias. Pasa que hay pocas encuestas serias. O mejor dicho, pocos encuestadores serios.
 
Los focus group permiten una mayor capacidad de análisis. Se trata de una "reunión” de interesados en la cual el éxito es lograr grupos representativos y heterogéneos, dónde las claves son la habilidad del mediador para indagar sobre los temas buscados y el análisis y las conclusiones del profesional que observa tras el vidrio de la cámara gesell.
 
Luego de los procesos del mix "encuestas y focus”, el gobierno nacional decidió no hablar más de la economía durante la campaña. La conclusión fue: la gente ya no cree en "la lluvia de dólares”, "el segundo semestre”, "los brotes verdes” ni "la reactivación”. Parece paradójico pero al multitudinario gabinete económico que impulsó el presidente Macri, sólo le queda como recurso electoral agitar la amenaza de "volver al pasado y a la corrupción K”. Ellos o nosotros. Ni planes ni proyectos, ni modelos ni tipos de gestión.  Ellos o nosotros.
 
En este sentido era necesaria la candidatura de Cristina Fernández, pero ahora hay que bancársela y su potencial crecimiento en algunos sectores castigados por la economía genera temor al interior del oficialismo. Al grado de acelerar el pedido de expulsión de De Vido del Congreso Nacional o de la necesidad de sumar a la espada Lilita Carrió a las recorridas bonaerenses. En relación a De Vido, fuentes del oficialismo sostienen que su expulsión en estos momentos puede encarnar un riesgo: ¿qué pasa si la gente entiende que sacrificado De Vido y convertido como el patrón del mal el kirchnerismo purgó sus culpas…?
 
Con o sin encuestas, nadie duda que Carrió va a lograr la mejor elección de su vida política este 2017 como candidata a diputada nacional por la Ciudad de Buenos Aires. Tanto, qué hay quienes se atreven a cuestionar la decisión de la gobernadora Vidal de "correrla” de esa carrera en la provincia. Vidal no quería a Carrió cogobernando, sin embargo ahora la subirá a todos los actos posibles para potenciar la candidatura del ex ministro Esteban Bullrich que no parece enamorar masivamente a los bonaerenses. 
 
Último párrafo para un llamado a la solidaridad: hagamos algo para mejorar la justicia. Cada uno desde dónde pueda. Si cada uno con un pequeño aporte logramos que la justicia sea realidad, la política (y los políticos) tendrán menos incidencia en la construcción de nuestro día a día.
 
Buena semana.
 

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