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Preocupación por la tala de árboles en una reserva ecológica de Almirante Brown

La agrupación que busca proteger el Camino de las Flores denunció que al menos 15 árboles fueron cortados en un área que busca ser protegida.

La Reserva Natural Las Flores es uno de los espacios escondidos de Almirante Brown. Ubicada sobre la Ruta 16, en Longchamps, es un extenso predio en el que conviven una gran cantidad de especies de la flora y fauna autóctona de la región. Sin embargo, vecinos denuncian que se encuentra en peligro.

En los últimos días, una agrupación que lucha por el reconocimiento y protección de esta reserva ubicada en Longchamps, halló varios árboles talados, lo que encendió las alarmas de una posible deforestación.

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"Nos encontramos con la triste sorpresa de que al menos quince ejemplares adultos del árbol nativo Tala fueron cortados", señalaron en sus redes sociales, en donde manifestaron su preocupación por la pérdida de parte de la flora local.

"Es un dolor muy profundo el que sentimos al ver cómo se avasalla lo que la comunidad desde hace años busca proteger. ¿Cuántas especies más vamos a tener que penar?", expresaron desde la reserva de Almirante Brown.

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Sobre los posibles motivos del por qué de esta tala de árboles, advirtieron una posible extracción para comercializar la leña de los mismos, debido a la llegada del invierno.

Al respecto, aseguraron que "es urgente contar con un marco normativo que regule y proteja nuestra flora autóctona" para no lamentar "la pérdida de nuestra riqueza natural". "Si no paramos esto ahora el desmonte total será irreversible", advirtieron.

Un área que busca protección

La Reserva Natural Las Flores es uno de los dos últimos espacios verdes dentro del partido de Almirante Brown. Por eso vecinos y organizaciones trabajan en su cuidado y “su reconocimiento formal mediante actividades de difusión, educación ambiental, registros y diversas presentaciones de proyectos de conservación”.

Sin embargo, esta no es la primera vez que un hallazgo preocupa a los proteccionistas: el año pasado, en una visita, encontraron cerca de 250 kilos de basura tecnológica, entre lo que había controles remotos, celulares viejos y pilas que contaminaban el ambiente.

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