El recuerdo de Sebastián Monk, el profesor de música de Brown que se ganó el corazón de los chicos con sus canciones

A sus 20 años, Sebastián Monk empezó a trabajar como profesor de música en la escuela N°5 y comenzó a componer música para sus alumnos. Tuvo una gran aceptación, tanta que muy rápidamente se convirtió en “el profesor de música de moda en Adrogué”, según recuerda su hermano, Augusto Monk, en diálogo con El Diario Sur. Sus canciones pasaron de sonar solo en las escuelas para ser escuchadas también en teatros como el Coliseo de Lomas.

“Al día de hoy, me escribe gente de cuarenta y cinco años preguntándome si esas canciones se consiguen”, contó Augusto, y aclaró que no tiene esos temas ya que, a partir del 1997, con la introducción de Sebastián en el folklore, comienza la producción que se conoce en la actualidad.

PRIMEROS PASOS EN LA MÚSICA

La primera vinculación de Sebastián Monk con el mundo de la música viene desde antes de su nacimiento, ya que sus padres, Zulema Noli y Norman Monk, se conocieron en el Conservatorio Nacional de Música y tuvieron, además del folklorista, dos hijos: Augusto y Bernardo. En diálogo con El Diario Sur, Augusto Monk explicó que ambos padres eran profesores de música y “le empezaron a trazar el camino desde muy chico”. Desde los tres años aprendió chelo y después flauta dulce, ya que su padre tenía una formación de música clásica.

Sin embargo, según cuenta Augusto, el interés de Sebastián por la música se despertó más adelante, alrededor de los doce años: “Yo empecé a tomar clases de batería y, instigado por esto, Sebastián quiso empezar clases de guitarra eléctrica; ahí es donde se despierta su pasión, a través del rock”.

Con el pasar del tiempo, y después de haber estudiado otros instrumentos como el piano, Augusto explica que el músico descubrió que “lo que quería era ser cancionista, no instrumentista”. Ya había empezado a componer desde los 12 años, sus primeras canciones eran simplemente cambios de una letra ya existente de temas, por ejemplo, de The Beatles. La primera canción de su autoría, según recuerda su hermano, se tituló “Gaviotas” y fue inspirada por el libro “Juan Salvador Gaviota” de Richard Bach.

Monk 2.png

Sebastián Monk, cantautor oriundo de José Mármol.

Sus temas tuvieron una repercusión tan fuerte que en el año 1992 realizó 130 shows en escuelas y, al año siguiente, llevó adelante alrededor de diez espectáculos en el Teatro Coliseo. También hizo colaboraciones con importantes músicos del país, como por ejemplo Liliana Herrero, María Elía y Luna Monti.

A pesar de su muerte temprana, a los 44 años, dejó una gran cantidad de álbumes y canciones. Entre los más destacados se encuentran “Lo Menos” (2003), “Prueba y error” (2009) y las diferentes canciones para actos de la escuela, como por ejemplo “Mi Merceditas” y “Mayo en Buenos Aires”.

Monk 1.png

Sebastián Monk junto a María Elía

GUSTOS Y PERSONALIDAD DE SEBASTIÁN

En diálogo con El Diario Sur, Augusto Monk recordó que, de chico, Sebastián era un apasionado del fútbol. También trajo a su memoria recuerdos de su infancia con él, como por ejemplo que peleaban mucho. “Lo curioso es que siempre hicimos cosas juntos”, remarcó.

Según su hermano, Sebastián era “muy salidor y muy culto”: le gustaba ir al cine, al teatro y escuchar buena música. Le interesaba el arte y la literatura, especialmente en sus últimos años de vida. En ese tiempo, el músico tenía “una visión particular de las cosas y era muy sensible”.

Otro rasgo que Augusto destaca de la personalidad de su hermano es que “era alguien que siempre quería generar un buen ambiente, muy considerado de que el otro la pasara bien”. Sin embargo, remarca que era “muy exigente y dedicado con su propia obra”, lo que se ve reflejado en toda su producción y en la repercusión que tuvo.

Si querés saber más sobre Sebastián y su música, podés ingresar a: http://www.sebastianmonk.com.ar/