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Una mujer se encadenó porque su obra social no le da un medicamento para su hijo

La mujer se hizo presente en la sede de Adrogué porque el menor necesita con urgencia la medicación para mejorar su vida.

Ignacio es un nene de ocho años oriundo de José Mármol que padece de un reuma degenerativo. Su mamá Soledad se encuentra luchando contra la obra social FATSA, de los trabajadores de sanidad, que se niega a darle un medicamento vital para el pequeño.

Por eso, esta mañana tomó la drástica decisión de encadenarse en la puerta de la sede de la calle Castelli, en la localidad de Adrogué, para visibilizar su reclamo y exigir que le entreguen lo que su hijo necesita.

Todo comenzó en el verano, cuando Ignacio comenzó a tener una serie de síntomas. Soledad lo llevó al Hospital Garrahan, en donde estuvo 20 días internado, hasta que le detectaron que tenía artritis idiopática juvenil, que le afecta seriamente los huesos.

Para evitar que la enfermedad avance, el pequeño necesita de un medicamento biológico con el cual realiza un tratamiento. Al principio lo realizó sin problemas, pero todo cambió cuando debió cambiar de obra social en mayo de este año.

Ignacio, de 8 años, necesita la medicación para mejorar su salud.

"La obra social me hizo traer todos los papeles, el certificado de discapacidad, las órdenes del Garrahan. Cuando vengo me dicen que las del otro hospital no sirven, que tengo que tener las de ellos, por lo que me derivan a una médica de ellos. Pero no era pediátrica, por lo que me hicieron perder tiempo", contó la mujer a El Diario Sur.

Los problemas no terminaron ahí. Comenzó una batalla contra el sistema burocrático, ya que le pedían que entregue papeles que luego se los desestimaban, hasta que finalmente la semana pasada, luego de recorrer varios lugares y hablar con los auditores de FATSA, logró que su pedido se encamine.

El medicamento debía ser entregado ayer martes, pero cuando Soledad lo fue a buscar, se encontró con una nueva traba: "Me llamaron y me dijeron que no me van a cubrir la medicación porque desde la Central les dijeron que no porque Ignacio tiene PAMI. Él tiene esa obra social porque su papá murió en 2014 y la tenemos por la pensión, pero nunca la utilizó, su obra social es la de Sanidad".

El certificado médico indica que el tratamiento no debe ser interrumpido.

Es por esto que la mujer decidió tomas la drástica decisión de encadenarse en la puerta del establecimiento, con el fin de que su hijo pueda conseguir la medicación cuanto antes y evitar que su salud siga empeorando.

"Estoy muy angustiada. Nunca utilizamos la obra social para nada grave hasta que pasó esto. Estoy shockeada y sorprendida, y angustiada por tener que hacer esto y que mi hijo tenga que estar vivenciándolo", expresó entre llantos Soledad.

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