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Zoonosis está vacunando en Canning

El Centro de Zoonosis de Esteban Echeverría instaló un movil en Lacarra y la Ruta 52, y hasta las 15:00 seguirá vacunado y entregando antiparasitarios.

Más de 70 perros ya fueron vacunados en el puesto instalado por el Centro de Zoonosis del Municipio de Esteban Echeverría en la localidad de Canning, en la intersección de la calle Lacarra con la Ruta 52, frente a la Rotonda de la Mujer. Hasta las 15:00 horas, contiuarán con las vacunaciones antirrábicas y la entrega de antiparasitarios orales para perros y gatos.

Además se programarán operaciones de castración para perros y gatos (machos y hembras) a partir de los seis meses de edad, las cuales se realizan en el Centro. Vale destacar que antes de la operación, el animal debe estar limpio y en ayuno de sólidos de 8 horas. Su dueño debe traer también una hoja de afeitar descartable y una manta.

Durante todo el año, el Centro de Zoonosis de Esteban Echeverría continúa atendiendo de Lunes a Viernes, en San Pedrito 2480, Monte Grande. Allí, perros y gatos reciben atención médica básica y se realizan operaciones de castración y vacunación. Los vecinos interesados también reciben asesoramiento sobre los alcances de la Ley de Protección Animal y vacunación antirrábica.

 

 

PARA CONSULTAS Y SOLICITUD DE TURNOS PARA CASTRACIÓN, COMUNICARSE AL 15-6185-9357 o al 4235-0801

 

 

¿Qué son las Zoonosis?

El término zoonosis hace referencia a aquellas enfermedades infecciosas que pueden transmitirse desde los animales al hombre. En particular con los animales domésticos, como perros y gatos, la mejor forma de disminuir la transmisión de estas enfermedades es controlando que primero no aparezcan en las mascotas, y luego tratando de controlar el número de animales callejeros. Para eso, son fundamentales las campañas de vacunación antirrábica, desparasitación y de control de población mediante castración quirúrgica.

La rabia es una zoonosis causada por un virus, que puede transmitirse al hombre mediante la inyección de saliva – por mordeduras - de perros y gatos, pero también de otros mamíferos silvestres como zorros o murciélagos. Los animales afectados de rabia, generalmente, exhiben un comportamiento agresivo, haciéndolos aún más propensos a causar accidentes. Típicamente, el animal rabioso está irritable y con un aumento de la salivación que puede verse como la "boca espumosa”.

Una vez que han mordido a un ser humano, si se deja a la enfermedad a su libre evolución, el virus viaja por los nervios periféricos hasta afectar sistema nervioso central. Los síntomas pueden comenzar hasta tres meses después de la mordedura original. Tras comenzar con fiebre, sensación de hormigueo sobre la herida, inquietud, irritabilidad y dolor de cabeza, termina inexorablemente en un coma y la muerte. No existe cura, ni tratamiento posible, una vez que ha comenzado la fase sintomática de la enfermedad.

En caso de sufrir una mordedura, se debe lavar la herida con abundante agua y jabón, no colocar alcohol ni otro desinfectante, y concurrir rápidamente al centro de salud más cercano para ser evaluado por un médico. En caso de estar indicado – sobre todo en mordeduras de animales cuyo status de vacunación no se conoce o que tienen síntomas, o en mordeduras en los dedos – se debe aplicar la primera dosis de la vacuna, antes de transcurridos siete días. Según el caso, se deberán aplicar entre dos y cuatro refuerzos más para lograr la inmunización completa.

En la Argentina, si bien hace años que no se registran casos humanos de rabia, se ha detectado el virus en animales silvestres y callejeros, que pueden morder y contagiar a las mascotas si no están vacunadas.

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