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Crece el Arte 2.0 en Canning

La nueva tendencia explotó junto al “boom” de las redes sociales durante los últimos años y se encarga de fusionar al extenso universo online con la creatividad de los artistas, para darse a conocer a través del mundo, generando un vínculo con sus seguidores a través de las pantallas.

Cuando uno se dispone a hablar de arte, los museos, muestras y exposiciones son los primeros pensamientos que afloran en la cabeza. Pero ¿y si los lugares, como los recientemente nombrados, dejan de ser físicos y pasan a un mundo intangible y de transmisión más fácil e instantánea? De eso se trata el Arte 2.0: tomar obras que distintos artistas realizan con estilos propios y auténticos, sumergirlas de lleno en el océano informativo que suponen las redes sociales, los portales web y los blogs personalizados, para su difusión global e inmediata, y sumar fanáticos o "followers” (en idioma digital). Los amantes de las distintas disciplinas ya no tendrán que siquiera levantarse de sus asientos para ver a sus artistas favoritos, ya que con un click estarán al alcance de su mano, no sólo para disfrutar de sus obras, sino que también para contactarse con ellos.

Para contar más acerca del tema, El Diario Sur buscó una palabra más que autorizada en la región. Hablamos con Fiorella Gargiulo, creadora y trabajadora de "Arte Para Vivir”, y residente del Saint Thomas, para que nos relate desde adentro su experiencia: "Arranqué con una silla que era de mi bisabuela. La encontré tirada, la recompuse y se la di a mi mamá. Cuando vi que se la intentaban querer comprar a cada rato, me di cuenta que tenía que empezar a hacer algo para explotar esto que tanto me gusta y me moviliza. Ahí mismo creé las páginas de Facebook e Instagram, donde publico mis obras, para que los seguidores las vean, conozcan lo que hago y puedan encargarme lo que quieran y después vendérselas. Al principio lo hacía por pasión, pero a medida que veía el interés de la gente y que crecían los seguidores, empecé a subir más cosas a las redes y a recibir encargos”. 

Acerca de su trabajo, contó que "recibo todo tipo de muebles que me acerque la gente interesada a través de la web, los reciclo y los pinto. Primero charlo con el cliente para saber qué es lo que quiere, después pienso la obra e intento darle mi toque personal, ya que me gusta trabajar con cierta libertad. Estudio publicidad, así que cada cosa que se me ocurre, cada detalle o dibujo, lo intento relacionar con los gustos de la persona o con algo que lo caracterice”.
En tanto al estilo de sus obras, y la forma en que las lleva a cabo dijo: "Pinto sobre bastidor más que nada, con acrílicos y fibrones para poder hacer detalles más precisos”, y añadió que "mi idea es poder hacer algunos cursos, para perfeccionarme más y aprender otras técnicas”. 

Por último se refirió a la gente que ayudó e inspiró para que todo este emprendimiento se lleve a cabo: "Tengo un referente, que es mi profesora de arte del colegio, Fernanda Novas, que además de enseñarme todo lo que se, siempre me dijo que estudie algo del tema porque, elija lo que elija, la vida me iba a llevar hacia ese lado. Después disfruto de ir a muestras y exposiciones, pero no copio a nadie, tengo un estilo propio”. 

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