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Gianella Evolo: De Canning a la Selección Nacional de Taekwondo

Tiene 17 años y compite a nivel internacional. Después de ganar múltiples medallas gracias a su gran desempeño, su meta es lograr clasificar para los panamericanos.

El deporte, sin dudas, es constancia y sacrificio. Llegar lejos implica múltiples horas de entrenamiento y mucha presión. Gianella Evolo, con tan sólo 17 años,  lo sabe muy bien. En 2013, con poco más de 12 años, logró comenzar a entrenar como parte del seleccionado nacional de Taekwondo y desde entonces dedica gran parte de su vida diaria al deporte.

Su conexión con este deporte no es casualidad sino más bien herencia. “Empecé a practicarlo a los 9 años  porque acompañaba a mi mamá a dar clases, ya que ella es mi entrenadora”, explica Gianella. Con el paso de los años sus técnicas se fueron perfeccionando y lo que comenzó como un pasatiempo en familia se convirtió en su presente y futuro.

Llevaba recién tres años de entrenamientos cuando decidió ir a por más y lanzarse al sueño de representar al país. En 2013 se animó a presentarse a los selectivos –o tope como lo llaman en este deporte- de la Selección Nacional y lo logró. “Entrené muy duro para poder llegar a la Selección”, asegura y añade: “Gané todos mis combates y pude entrar mediante un selectivo”.

Desde entonces su día a día cambió. Además de entrenar con su mamá, quien la formó desde pequeña, comenzó a entrenar en la Selección, con “un nivel que requiere mucha exigencia y voluntad de uno mismo”. No obstante, Gianella lo vive con positivismo y mucha energía. “Estar acá es un gran orgullo para mí”, asegura.

Sus logros y medallas como miembro de la delegación nacional fueron creciendo año a año, llegando a salir campeona y sub campeona en múltiples Panamericanos, además de un octavo puesto en el Mundial como juvenil.

Actualmente, habiendo terminado el año pasado la secundaria, su presente se centra en el Taekwondo. Entrena seis días a la semana en dos turnos por día, entre 4 y 6 horas por jornada. Ahora, su meta es poder clasificar para los próximos Juegos Panamericanos y, después, para los Juegos Olímpicos de Tokio.

“En cada pelea siento mucha adrenalina, pero sobretodo mucha felicidad. Me siento muy feliz y muy bien cuando salgo a pelear por mi país”, culmina.

Su cábala: “Desde mi primer torneo internacional llevo conmigo un buzo que me dio mi mamá. Era de ella y se lo regalaron cuando fue a su primer panamericano y me lo dio a mí cuando fui a mi primer panamericano. Desde ese entonces va conmigo a cada torneo”, contó.

Sus mayores logros:

  • Campeona panamericana 2015 (cadete )
  • Campeona sudamericana 2015(cadete)
  • Sub campeona panamericana 2017 (juvenil)
  • Octavo puesto en el Mundial 2018 (juvenil)

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