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Se cumple un año del sismo que sacudió Canning

El 30 de noviembre del 2018 todos los vecinos del conurbano sintieron un fuerte temblor en el suelo, causado por un terremoto de 3.8 grados en la escala Richter, que tuvo su epicentro en el centro de la ciudad echeverriana.

Un día como hoy pero del 2018, todos los habitantes del conurbano bonaerense y también aquellos que viven en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, presenciaron un inusual temblor en el suelo, correspondiente a un sismo de 3.8 grados en la escala Richter. El epicentro tuvo lugar bajo la ciudad de Canning, donde se vivieron los momentos de mayor tensión. 

"Sentí que el piso bajó y las paredes hicieron ruido. Se nos paró el corazón. La verdad es que me asustó mucho la situación y decidí salir de la oficina para ver si las demás personas habían notado lo mismo que yo. Desde un principio noté que no era algo normal lo que había sucedido", fueron las primeras palabras de los oficinistas, que estaban trabajando en el tercer piso de Amaneceres Office. 

El hecho, que ocurrió a las 10.27 de la mañana, se inició por un movimiento de placas a 25 kilómetros de profundidad. El punto mencionado se encuentra a pocos metros de la Ruta 58, entre el barrio privado Santa Juana y La Horqueta de Echeverría.  

A pesar de que surgió en Canning, las paredes de todo el Municipio de Esteban Echeverría vibraron durante cuatro segundos eternos. Las localidades de San Vicente, Lomas de Zamora y Almirante Brown, también vivieron en primera persona este fenómeno natural, que se extendió hasta todas las comunas de CABA

El terremoto no provocó ningún daño material, pero sí será recordado por todos los habitantes, que en muchos casos experimentaron un sismo por primera vez en su vida. Buenos Aires está ubicado en un sector del mundo donde hay muy pocas posibilidades de que se produzcan hechos de estas características. 

A mediados de 2016 la ciudad de Olavarría se sacudió en dos ocasiones por un terremoto similar. Este es el único episodio cercano que se experimentó en la zona, porque su antecesor tuvo lugar el 5 de julio de 1888 y fue el más fuerte de todos, dado que alcanzó los 5.5 puntos en la escala Richter.

 

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