Canning |

Cuarentena: los comerciantes de Canning tienen inconvenientes por la baja demanda

Los locales que están habilitados para abrir sus puertas vivieron tres semanas complicadas y bajo todas las medidas de higiene recomendadas.

Desde que comenzó la cuarentena obligatoria en todo el país establecida por decreto presidencial para intentar frenar el coronavirus, el movimiento en la calle se redujo considerablemente y los comercios atraviesan una situación económica complicada. 

La medida de aislamiento total sólo permite abrir las puertas de locales que venden elementos esenciales para el día a día, por eso, en las calles de Canning abundan las persianas bajas. 

Comercios cerrados sobre Sargento Cabral.

Si bien estos vecinos están complicados, quienes aún pueden recibir al público tampoco viven un buen momento porque “el movimiento en la calle es bajo y la gente sale para comprar lo esencial”. 

Carnicerías y verdulerías ubicadas sobre Sargento Cabral son las que mayor caudal de personas reciben a toda hora. Los interesados en comprar sus productos deben obedecer las normas establecidas en común que indican mantener una distancia de dos metros entre sí mientras aguardan en la fila. 

Filas para conseguir carne en la ciudad.

La farmacia emplazada en la misma calle también tiene actividad durante todo el día, principalmente porque clientes de ambos municipios se encuentran para compra en horarios reducidos, desde las 9 y hasta las 20 hs.

El rubro de la panadería está afectado de la misma manera, ya que los clientes solo precisan su servicio para abastecerse de pan, dejando de lado los demás productos ofrecidos. “Muy pocas personas se llevan facturas o alguna torta", concluyó la encargada. 

Dejá tu comentario