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Le pusieron a su hijo un nombre insólito y tuvieron que exiliarse

La familia afgana decidió el nombre en honor a un presidente de los Estados Unidos, pero nunca imaginó el rechazo que iba a provocar en su pueblo.

El pequeño Donald Trump nació el 3 de septiembre del 2016 y sus padres, Jamila y Sayd Assadullah, decidieron nombrarlo así debido a la admiración que sentían por el empresario estadounidense que por ese entonces aun no era el Presidente del país. El padre había leído libros sobre Trump, lo había visto por televisión en reiteradas oportunidades, y creyó que ponerle el nombre del entonces candidato republicano iba a traerle buena suerte.

El hombre admitió a The New York Times que pensó que llamar de esa forma a su hijo influiría en su personalidad y su conducta, argumentando también que cuando vio que era rubio lo “sintió como una confirmación”.

Sin embargo sus pensamientos no pudieron estar más alejados de la realidad. La decisión de llamarlo así generó un gran malestar no sólo en el resto de los familiares del matrimonio, sino también entre sus vecinos y todo su pueblo.

El padre del nene apuntó contra la oficina gubernamental de la ciudad, responsable de la verificación de identidades, diciendo que hasta lo amenazaron con enviarlo a la agencia de inteligencia afgana para interrogarlo. Dijo que hasta lo miraban raro y decían “le puso a su hijo Donald Trump, qué gente tan ignorante”.

Cansados del acoso el matrimonio decidió abandonar su pueblo y mudarse a la ciudad de Kabul, donde la historia del nene se mantuvo como algo privado hasta que la copia de su documento empezó a viralizarse por las redes sociales. El papá del pequeño Donald Trump denunció a un empleado del registro civil por haberla compartido sin su autorización.

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