Un grupo de amigos que se conoció jugando al fútbol en el antiguo club Ameghino de Monte Grande, ubicado en Arana y Jorge Newbery, volvió a reunirse luego de 50 años de su recordada hazaña lograda en Tandil. Allí, como juveniles de un club amateur, se enfrentaron ante un combinado de jugadores profesionales de Primera División y lograron un 0 a 0. El pasado domingo, a través de un asado del que participó El Diario Sur, volvieron a abrazarse, reírse y revivir aquellas viejas anécdotas.
Lograron una hazaña en 1968 con un club de barrio de Monte Grande y ahora se volvieron a juntar
Integraban el extinto club de futbol Ameghino y alcanzaron un empate contra un grupo de profesionales en Tandil. Todavía recuerdan sus aventuras de la juventud.
04 de abril de 2022 - 10:07
Se conocieron en la década del 60 jugando en las inferiores de Ameghino, una entidad de barrio de escasos recursos que competía en pequeñas ligas regionales. En aquella época, a Ameghino le llegó la invitación para participar en un partido amistoso contra la Base Aérea de Tandil, que participaba en la Liga Marplatense de Fútbol y tenía en su equipo jugadores profesionales con pasado en Primera División.
El primer equipo de Ameghino no venía consiguiendo buenos resultados, por lo que el entrenador decidió “ir con los pibes”, a quienes sí les iba bien en su categoría. Sumaban más de 50 partidos invictos. Así fue que un 12 de octubre de 1968, un combinado entre la Tercera y Cuarta División de Monte Grande, de los cuales el jugador más chico tenía 14años y el más grande 17, le hizo frente a jugadores profesionales y consiguieron un digno 0 a 0.
“Nosotros fuimos pensando que íbamos a jugar contra alguien de nuestra categoría. Cuando vimos los monos enormes que eran, con unas piernas gigantes, fue otra cosa. Nosotros éramos muy humildes, viajamos en tren y gracias a la colaboración de algunos comercios de la zona. Sólo dos de nuestros jugadores tenían botines, el resto zapatillas. Tuvimos que inventar una excusa de que nuestro utilero, que no teníamos, se los olvidó para que nos dejen jugar”, recordó, entre achuras y vacío, Víctor Vidal, el 5 y capitán del equipo, en diálogo con El Diario Sur.
“Más allá de la diferencia física, teníamos buen nivel. Muchos después hicieron su carrera como futbolistas profesionales y jugaron en clubes como Banfield, Talleres, Temperley o Tristán Suárez. Igual, nos metimos atrás y no pateamos al arco, pero ese 0 a 0 fue como una victoria para nosotros. Fue lo más lindo que nos pasó”, contó, ya para la hora del café, Carlos El Pelusa Contreras, el arquero de Ameghino en aquel empate y ex periodista montegrandino.
Más de 50 años después, Juan Carlos Lucena, integrante de ese equipo, volvió a reunir al grupo, que hoy está conformado por algunos ex jugadores de Ameghino y otros rivales, que de tanto enfrentarse formaron un vínculo. A día de hoy, siguen reuniéndose, compartiendo asados y recordando las anécdotas que los hacen felices. “Llegar a los 70 años y encontrarse con gente que se conoce desde los 14 y 15 años, es importantísimo en nuestras vidas. Esto es emoción para mí, amor. Lo más importante para mí es que nos seguimos juntando y contamos las mismas historias con las que nos reímos mil veces ya, es lo que quiero seguir haciendo durante mucho tiempo”, remarcó Vidal.
El 11 que logró la hazaña de Tandil
Carlos Contreras; Jorge Murgui, Cacho Solari, Hugo Barberán, Juan Carlos Lucena; Oscar Díaz, Víctor Vidal (C), Aníbal Piñeiro; Rubén Rojas, José Bufano y Norberto Baraibar.
Los 18 convocados
Más de 50 años después de la hazaña de Tandil y de haber formado un equipo juntos en Monte Grande, el grupo de amigos fue deformándose hasta llegar a los 18 convocados que asistieron al último asado. Ellos son: Jorge Murgui, Juan Robledo, Pablo Gandulfo, Juan Carlos Lucena, Carlos Contreras, Norberto Baraibar, César Ruíz, Rubén Ramírez, Ramón Pereira, Oscar Munaretti, Alberto Mendive, Miguel Zapata, Pedro Barone, Chacho Caserone, Eduardo Savoia, Juan Centurión y Jorge Locatelli.
