Esteban Echeverría |

Derechos del consumidor: seis leyes que no se cumplen

Son normas que protegen a la gente cuando realiza una compra o abona un servicio. Regulan las condiciones para ejecutar una transacción comercial. Las personas no las conocen y los vendedores no las respetan.

A diario, los consumidores se encuentran con una gran cantidad de pautas que cumplir para realizar una transacción comercial. Por ejemplo, abonar un peso para cargar la sube en un kiosco, no cambiar un producto durante los días de semana, la imposibilidad de ingresar al cine con mercadería comprada fuera del complejo o abonar un adicional si el medio de pago es una tarjeta. Todos conocemos esas reglas. Sin embargo, lo que muy pocos saben es que esas regulaciones no están contempladas por la ley, sino que fueron impuestas por los comerciantes de manera que el consumidor no debe acatarlas.

Cuando una mujer ingresa a un local a comprar algo, muchas veces, el guardia de seguridad le pide que le muestre el bolso para ver qué lleva adentro. El hombre que lleva uniforme no porta armas, pero cuida que nadie robe nada. Ahora bien, él no sabe que el artículo Nº18 de la Constitución Nacional protege los papeles privados, entre otras garantías. Es decir, que nadie está obligado a mostrar qué cosas lleva en su cartera o mochila.

Si un pasajero sube a un transporte público y la SUBE no funciona, debe viajar gratis. Esta disposición aplica para colectivos, trenes y subtes. En esos casos, muchos conductores les piden a las personas que se bajen o que pidan prestada la tarjeta a otro de los presentes. Sin embargo, esta práctica es ilegal y así lo informa la página oficial que brinda información sobre este servicio.

Tampoco está permitido que los kioscos cobren un adicional para cargar la SUBE o el celular. Ambas acciones deben ser gratuitas. En Monte Grande, los principales comercios que realizan cargas están ubicados en el centro. Todos ellos cobran uno o dos pesos. El consumidor puede alzar la voz y hacer valer su derecho o bien, en el caso de la SUBE, acudir a la Estación de trenes de la localidad.

Todos aquellos que gustan del cine conocen una norma que rige en todo el país: si quieren comprar alimentos, deben hacerlo en el buffet del complejo. De lo contrario, no podrán traer comida o bebidas que hayan comprado en otro sitio o llevarla desde sus casas. A pesar de esto, los consumidores no saben que pueden hacerlo y así ahorrar mucho dinero. No existe ninguna regulación que establezca que la gente no puede ingresar al cine con productos comprados en otro lugar.

Tanto en Capital Federal como en la provincia de Buenos Aires, los cambios de ropa se pueden hacer cualquier día. "Toda empresa receptora de un pedido de rescisión de servicio en el ámbito de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, deberá aceptarla en los mismos días y horarios de atención al público para ventas, cualquiera sea su modo de rescisión”, dice la disposición. Pero, como es sabido, muchas tiendas de ropa no dejan que sus clientes cambien las prendas durante los viernes y sábados.

Por último, es ilícito el cobro de un adicional para aquellos clientes que abonan en efectivo, en lugar de hacerlo con tarjeta de crédito o débito. La ley no permite que haya diferencias de pago, en tanto que si los vendedores deciden aplicar un descuento sobre un producto, debe ser para todos los medios de pago.

Una vecina de Monte Grande, quien suele realizar compras en la localidad emitió su opinión al respecto. Explicó que estos derechos no son respetados porque "la ignorancia de la gente frente a sus derechos es muy grande y no se toma el tiempo de reclamar por que lo toma como algo cotidiano, una reglamentación implícita. Tampoco existen sanciones disciplinarias contundentes, por parte de los entes reguladores”.

Añadió que en varias oportunidades ella realizó un reclamo pero que sus palabras no fueron escuchadas. "Me quejé y no me hicieron caso, argumentando que la presión fiscal que reciben los negocios es demasiada, y que el pago con tarjeta de débito no es lo mismo que en efectivo, por ende debía pagar el diferencial equivalente al alícuota del IVA, por pagar con ese medio de pago”, mencionó con respecto a los descuentes que se imprimen sobre los productos abonados al contado.

Otra mujer que vive en la localidad, Guillermina Costa, explicó que ella piensa que no se respetan estas medidas ya que "no se divulga información sobre ello”. Asegura que para boicotear estas prácticas abusivas, las autoridades gubernamentales deberían "explicarle a la gente cómo hacer para reclamar y proteger sus derechos”.

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