Esteban Echeverría |

Una nueva opción para los diabéticos

La doctora María Cristina Grossman, una científica del Centro de Investigación Metabólica (CINME), sus estudios y experiencias

María cristina Grossman es médica diabetóloga, vive en Monte Grande y tiene su consultorio en la calle Azcuénaga, además, trabaja en el Centro de Investigaciones Metabólicas (CINME). Esta institución se dedica a explorar nuevos tratamientos y drogas que surgen para diagnosticar y tratar a pacientes con enfermedades metabólicos-nutricionales. 

Tomas Arnaldo Thomas,  también es vecino de Esteban Echeverría, en el 2003 padeció un cáncer de pulmón que lo dejó al borde de la muerte, pero no se rindió y logró sobrellevar esa situación. La enfermedad se fue pero las secuelas quedaron. Aun así, este hombre logró sobreponerse y hacerle frente a cada una de las difíciles circunstancias que le tocó vivir. 

"Un día me desperté con un dedo negro, al principio pensé que era un golpe pero el color que tenía no era normal. Decidí ir a la guardia y después de varios estudios, me diagnosticaron  diabetes, no tenía ningún tipo de control por eso tenía el azúcar tan alta”, cuenta Arnaldo. Ese fue el comienzo de un largo camino donde la doctora Grossman aparece casi como la salvación. 

"Comencé a tratarme con otros médicos, cada vez estaba peor,  a tal punto de que casi pierdo la vista. Estuve casi al borde de que me trasplanten los cristalinos, fue un momento muy difícil”. 
En ese contexto donde todo parecía desesperanza, Arnaldo se cruzó con la médica que logró cambiar su situación. "No quería depender de la insulina, no quería estar atado nuevamente a una medicación, fue por eso que decidí buscar tratamientos alternativos. En ese momento la doctora Grossman me propuso hacer todos los estudios correspondientes para poder ser atendido en el CINME. La propuesta fue no usar los métodos convencionales y utilizar una enzima que active el páncreas para que este fabrique su propia insulina”. 

Arnaldo estaba completamente decidido, era el método que quería utilizar,  aunque su familia no estaba convencida. Sin embargo, su esposa Rosa lo apoyaba y fue el motor que lo ayudó a seguir adelante. "En el Centro lo que se hace es probar la seguridad y la eficacia de ciertos productos antes de que salgan al mercado, y para poder hacer esto, precisamos de estos pacientes que buscan una alternativa a su tratamiento. No cualquiera puede formar parte de estas investigaciones, deben pasar una serie de pruebas y análisis que nos confirmen que están aptos”, cuenta la doctora Grossman y agrega "De todas maneras es esencial respetar la vida de la persona con la que estamos trabajando y que acepte participar de estos protocolos de investigación. Se tiene muy en cuenta su autonomía”. 

Arnaldo comenzó a notar los resultados, debido a las evidentes mejoras. "En estos momentos estamos probando con una nueva droga, una vez por semana me debo colocar una inyección en la pierna y de esa manera se evita que pueda tener un coma diabético. Los niveles bajaron considerablemente aunque me tengo que cuidar”. 

Los pacientes que se suman a la investigación pueden ser del mismo centro clínico o auto-referidos por los médicos que trabajan en el mismo, pero desarrollan su actividad profesional en otros puestos, como fue el caso de Arnaldo. "Por los buenos resultados que tuve comencé a difundir el tema, a recomendar a la gente que se acerque a la institución y se someta a los análisis correspondientes para poder ser atendido por la CINME”. 

Con la satisfacción de la tarea bien hecha, María Cristina sigue trabajando y atendiendo todos los días a una gran cantidad de pacientes que llegan con un caso parecido al de Arnaldo. Él, por su parte, goza de buena salud y continúa con su programa de radio en FM Social.

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