Esteban Echeverría
Daniel Cassinelli, el coleccionista
Es de Monte Grande y su casa se convirtió en un museo: tiene la colección más grande de cascos de bomberos de toda la Argentina.Trabajó durante cuarenta años como bombero voluntario en el cuartel
central de Monte Grande. Fue chófer en la línea 501 durante tres décadas.
Daniel Cassinelli es el mayor coleccionista de cascos de bomberos de la
Argentina pero también es un coleccionista de historias.
Vive en la calle Chimondegui y toda su vida transcurrió en esa calle. Creció,
se educó y se convirtió en un hombre dedicado a ayudar, con vocación y amor
hacia el prójimo.
"Descubrí que quería ser bombero casi de casualidad, como una aventura
estudiantil” cuenta y agrega "Me acuerdo que ingresé el 8 de mayo de 1970, el Día
de Nuestra Señora de Luján, por eso también soy muy devoto de ella”.
Poco a poco fue descubriendo que ese era su lugar, pasó por distintos rangos
hasta llegar a comandante. En paralelo se desempeñó como conductor en la
empresa Monte Grande. "Recuerdo que trabajaba mucho,llegaba, dormía
menos de cuatro horas y me iba al cuartel. No importaba, solo me interesaba ayudar”.
Ambos lugares le dejaron grandes amigos, en especial, el de bombero. Tiene conocidos en todos los destacamentos de las zonas cercanas y en otras provincias también. Algunos de ellos fueron quienes lo ayudaron a
comenzar con este "mini museo” que tiene en su casa.
Ante la pregunta de cómo se inició con este proyecto, él contesta. "Yo
había conseguido un equipo autónomo de respiración para circuitos cerrados, y un bombero de Lomas de Zamora, me lo cambió por un casco. En ese momento
comenzó la colección”. Según afirma es necesario armarse de persistencia, andar
mucho y gastar un poco de dinero para obtener estas reliquias.
"Tengo sesenta y cuatro cascos de todas partes del mundo, los que más
abundan son los de Argentina y Alemania. El más antiguo data de finales de 1800.
Del único lugar que aún no logré conseguir es de África”.
Además cuenta con más de trescientos parches, jerarquías de diferentes lugares y gorras. "Tengo de Brasil, Uruguay, Cuba, y hasta de Luxemburgo. Conseguí también dos relojes que tienen talladas la historia de las escaleras y de los autobombas”.
Su hogar se convirtió en un espacio para remontarse a épocas pasadas.
No hay otro igual en la Argentina, ya participó de exposiciones en La Rural y
en Salto Argentino, pero ninguna se compara a los recuerdos que Daniel tiene.
Pero su amor hacia el "trabajo” de bombero no quedó ahí. En el año
2008, y gracias a su iniciativa, levantó el monumento al bombero que se
encuentra en la plaza Mitre de Monte Grande, además lo lleva tatuado en la piel. "Fue una forma de recordar a todos
los hombres del mundo que elegimos y eligen este camino de rescatar personas”.
Según cuenta va continuar con la colección y ya tiene decidió a dónde
va a donar este muestrario. "Pensé en la Fundación Favaloro, en el Garrahan y
otras tantas organizaciones. Pero al final me incliné por el cuartel de
bomberos de la Boca. Ese va a ser su lugar”.