Había varios autos que provenían de robos, como un Peugeot 208 color blanco, según señalaron fuentes policiales a El Diario Sur, así como varias autopartes que luego se comprobaron que pertenecían a vehículos con pedido de captura en Lomas. El desarmadero estaba ubicado a varios kilómetros de esa localidad, en Ituzaingó, al oeste del Conurbano Bonaerense.
Del mismo modo, había autopartes y vehículos de otros puntos del Gran Buenos Aires como Merlo, Moreno y Tres de Febrero, que también estaban denunciados como robados. Durante el allanamiento hallaron once puertas, tres capots, el chasis de una Renault Sandero, cuatro cristales y repuestos menores.
También hallaron diversas herramientas como amoladoras, sopletes, pulidoras y perforadoras, que servían para realizar el desarmado de los vehículos y para modificar el grabado que se encuentra en los cristales de los rodados con el número de patentes.
Según informó la Policía, los efectivos que llegaron a hacer el allanamiento fueron atendidos por un joven de 19 años, que dijo ser el hijo del dueño del taller, que en ese momento no se encontraba presente. Con su consentimiento comenzaron a revisar el lugar, luego de ser autorizados por la Unidad Funcional de Instrucción N°1 local.
Tras el allanamiento, la Policía procedió a detener al joven y realiza diversas actividades en la zona con el objetivo de dar con su padre, que es el prinicipal sospechoso del hecho. La causa por el momento fue caratulada como "Encubrimiento".
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