El complejo ferial estaba cerrado desde el pasado 22 de mayo, luego de que el Juzgado de Faltas local ordenara la clausura por irregularidades en los puestos y en el uso del espacio público. La medida afectó a más de 5 mil trabajadores que dependen de las ventas en la feria.
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Según informaron desde el Municipio, ahora cada puesto debe tener habilitación, respetar los límites establecidos y cumplir con las normativas de seguridad e higiene. Además, también se reforzó la presencia de inspectores y personal policial para supervisar el funcionamiento del predio.
Con estas nuevas condiciones, La Salada retomó su actividad habitual este lunes y los feriantes aseguran que buscan recuperar las ventas después de tres semanas perdidas, las cuales incluyeron el Día del Padre.
