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Descargo de la iglesia denunciada por violar la cuarentena

El obispo del lugar dio su versión de los hechos después de que un vecino los acusara de organizar una reunión en plena pandemia.

En los últimos días, una iglesia de Temperley fue denunciada por violar la cuarentena. La Policía concurrió al lugar tras ser alertada por el llamado de un vecino, que aseguraba que había fieles congregados en plena pandemia. Desde el lugar desmintieron haber organizado una reunión y dieron su versión de los hechos.

La iglesia en cuestión es el Ministerio Evangelístico Internacional ”Una Familia”, ubicado en Eva Perón al 2600, en el barrio San José. Luego de que trascendiera esta denuncia, los vecinos que no conocían el lugar se quedaron con la idea de un culto organizado a escondidas en medio de la cuarentena. Por eso, las autoridades de la iglesia hicieron su descargo y aclararon que nada de eso ocurrió.

"No estábamos haciendo ninguna reunión pública ni un culto general. Los miércoles, sábados y domingos tenemos una jornada solidaria, damos más de 200 platos de comida y repartimos mercadería, ropa y medicamentos. El domingo en la jornada hubo cola afuera y gente distanciada adentro con los recaudos necesarios, terminamos a las 16. Todo el personal que hace este movimiento son varias personas, cada uno en el ministerio tiene una función porque es mucho trabajo", explicó Benjamín Fleitas, obispo de la iglesia, en charla con El Diario Sur.

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En la iglesia de Temperley asisten a los más necesitados con alimentos, ropa y medicamentos. La denuncia de un vecino llegó en medio de una de esas jornadas solidarias.

En la iglesia de Temperley asisten a los más necesitados con alimentos, ropa y medicamentos. La denuncia de un vecino llegó en medio de una de esas jornadas solidarias.

Si bien hubo cierta tensión con los efectivos de la Comisaría 6ª de Lomas de Zamora, todo se resolvió sin mayores problemas. "Un vecino habrá llamado porque vio movimiento de autos afuera y vino la Policía. Yo abrí, quisieron entrar y les dije que no, porque tenían que tener una autorización. Nos dijeron ‘ustedes están haciendo reuniones y pasando música’, pero les expliqué que nada que ver. Les dije que corrieran el móvil de ahí porque no éramos ningunos malhechores", contó Fleitas.

Consultado sobre la cantidad de personas adentro del lugar, el obispo indicó que "adentro más o menos había unas 14 personas que son las que siempre se mueven con el trabajo", desmintiendo que hubo más de 30 como se informó apenas se conoció el caso. "Ya le estuve expresando al secretario de Seguridad que nos movemos con ese personal porque uno atiende afuera, otro tomas los datos, otro está en la cocina con todos los recaudos, otro reparte el pan, otro lo embolsa... Es mucha comida que se da y estamos trabajando con todas las precauciones", agregó.

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Desde la iglesia aclararon que no estaban haciendo ninguna reunión. El personal que se encontraba en el lugar era el que trabajaba para preparar la comida y asistir a los vecinos.

Desde la iglesia aclararon que no estaban haciendo ninguna reunión. El personal que se encontraba en el lugar era el que trabajaba para preparar la comida y asistir a los vecinos.

Fleitas señaló que la intervención policial tampoco pasó a mayores, ya que sólo él y el pastor fueron citados a declarar y nadie más de la iglesia se vio implicado. "El personal salió ordenadamente, con el pastor Sergio Commidari concurrimos a la Comisaría 6ª a declarar y los oficiales hicieron el trámite con el Juzgado no sé para qué. Nadie fue preso, a nadie se lo interrogó y ninguno del grupo estuvo retenido en la Comisaría. La iglesia no se cerró en ningún momento", remarcó.

A pesar de la explicación del obispo y del pastor, la Policía los imputó por no respetar el aislamiento social obligatorio. "Nos hicieron firmar una nota por violar la cuarentena y también es un error, porque tenemos permiso para circular y para estar en el comedor. El acta está firmada a mi nombre y otra se la hicieron al pastor Sergio, sin involucrar al Ministerio ni a otra persona", relató Fleitas.

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