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Geriátrico del milagro en Temperley: "Los abuelos les dicen a sus familiares que se cuiden y no vengan"

Entrevista a la representante legal del geriátrico "Rosa Mosqueta" de Temperley, donde dieron positivo de coronavirus 70 personas y todas se recuperaron.

María Emilia Rodríguez Carrera, representante legal del geriátrico "Rosa Mosqueta" de Temperley, contó su experiencia al frente de la residencia donde hubo más de 70 contagios de coronavirus entre empleados y residentes y ningún fallecimiento.

En el geriátrico hubo más de 70 casos y se recuperaron todos. Se habló de un “milagro”. ¿Cómo fue para vos esa experiencia?

En el mes de marzo, antes de decretarse la cuarentena, nosotros habíamos establecido la prohibición de las visitas. Desde allí se tomaron todos los recaudos de protección necesarios para evitar que el coronavirus pudiera entrar a la residencia, pero finalmente nos pasó en el mes de agosto. Fueron días complicados, de mucho estrés. Yo me levantaba y automáticamente miraba el teléfono para ver qué había pasado. Las empleadas me pasaban el parte de cómo estaba todo en la residencia porque obviamente yo no podía entrar. Se pasó bastante bien. Fue duro y estresante, pero hoy mirando para atrás podemos decir que fue menos traumático de lo que pensábamos que podía llegar a pasar.

¿Tuviste miedo de perder a algún adulto mayor por esa ola de contagios?

El miedo se genera por cómo va a ser ese bicho, cómo va a actuar dentro de esa población tan vulnerable que son los abuelos, por todo lo que escuchábamos. Fueron 14 días duros donde tengo que principalmente agradecerle al personal, que estuvo trabajando gran parte de los días estando enfermos, pasando la enfermedad dentro de la residencia y cuidando a los residentes. Gracias a Dios no tuvimos mayores complicaciones. Algún síntoma mínimo, alguna fiebre, algún catarro, pero no pasó de eso. Nosotros habíamos tomado el recaudo de alquilar tubos de oxígeno por si había alguna urgencia y por si las ambulancias tardaban mucho tiempo, pero no tuvimos la necesidad de derivar por urgencia a ningún abuelo.

“Los abuelos entienden mejor que nadie cuál es la situación. Les dicen a sus propios hijos y a sus nietos que se cuiden y no vengan porque ellos están bien” “Los abuelos entienden mejor que nadie cuál es la situación. Les dicen a sus propios hijos y a sus nietos que se cuiden y no vengan porque ellos están bien”

¿Qué dijeron los familiares al conocer la situación del geriátrico?

Ellos están al tanto de todo lo que pasa. Supieron entender la situación que estábamos viviendo y que no es algo intencional o que uno quiera que pase.

¿Cómo llevan emocionalmente los residentes el aislamiento y el hecho de no estar en contacto con sus familias desde marzo?

Entienden mejor que nadie cuál es la situación. Ellos están muy informados y están todo el tiempo conversando con el personal. Les dicen a sus propios hijos y a sus nietos que se cuiden y no vengan porque ellos están bien. Obviamente que después de cinco o seis meses se va complicando sostenerlo en el tiempo, pero lo llevan bastante bien.

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María Emilia Rodríguez Carrera, representante legal del geriátrico

María Emilia Rodríguez Carrera, representante legal del geriátrico "Rosa Mosqueta" de Temperley.

¿Hace algo el geriátrico para mantenerlos comunicados con sus familias?

Tenemos comunicación entre el familiar y el residente a través de videollamadas, que es lo que más se utiliza. Y si no, llamados telefónicos. Por suerte las autoridades sanitarias de la Municipalidad autorizaron un protocolo de visitas, así que estamos tratando de organizar todo para poder ponerlo en marcha y que se puedan ver en vivo y en directo el familiar con el residente.

“El contagio se produce y no es por falta de cuidado, puede pasar por más que se tomen todos los recaudos necesarios” “El contagio se produce y no es por falta de cuidado, puede pasar por más que se tomen todos los recaudos necesarios”

¿El geriátrico tuvo algún problema económico a partir del aumento de costos y la crisis que generó la pandemia?

Se hizo muy difícil llevar adelante el total de las operaciones de la residencia. La inflación en las compras nunca paró, pero gracias a Dios estamos al día con los sueldos de las empleadas, con los pagos de impuestos, de servicios y con nuestros proveedores. No tuvimos ninguna ayuda del Gobierno, siempre se llevó adelante con recursos propios.

En lo personal, ¿qué sensaciones te provoca la situación sanitaria a vos como representante legal de un lugar que tiene a muchas personas de riesgo?

Las sensaciones que me quedan es que todavía esto no terminó. Si bien en nuestra residencia está todo el personal 100% inmunizado, queda todavía un tiempo por delante. La verdad que es un rubro bastante difícil, pero contamos con un personal que ha colaborado y se ha comprometido mucho con el cuidado de los abuelos. Se hacía muy difícil cuando desde los medios de comunicación estigmatizaban tanto a las residencias geriátricas. Si había algún personal o abuelo contagiado de Covid-19, hablaban de falta de responsabilidad por parte de los directivos, cuando en realidad estamos en una pandemia y esto podía pasar como pasó en los canales de televisión y en las clínicas.

¿Qué pensabas cuando les echaban la culpa de los contagios de coronavirus a los directivos de los geriátricos?

Generaba mucha indignación, porque desde este lado se trabajaba con mucha responsabilidad. El contagio se produce y no es por falta de cuidado, puede pasar por más que se tomen todos los recaudos necesarios. Debe haber residencias geriátricas que no cumplen con todas las normativas exigidas desde el Estado para las habilitaciones. No es nuestro caso. Esto generaba mucho estrés y la verdad que el coronavirus entró a Rosa Mosqueta como entró en América, en Radio Mitre, en la Clínica Juncal y en la mayoría de las instituciones o lugares que tienen ambientes cerrados.

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