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Tormentas de verano: cómo prevenirse ante los rayos

Las descargas a tierra pueden tener consecuencias mortales. La importancia de salir del agua y resguardarse.

Cada verano reaparece el temor. Es que la inestabilidad del clima estival y la mayor concurrencia a piletas y centros acuáticos al aire libre propone una escena factible para que un rayo alcance a una persona, pudiendo generar lesiones graves y hasta un desenlace fatal. El recuerdo de la tragedia del 10 de enero de 2014 en Villa Gesell que dejó tres muertos y más de 20 heridos es una alerta que se enciende. 

Ante esas secuencias desesperantes, el titular del área de Defensa Civil en San Vicente, Eduardo Almonacid, puso paños fríos. "La prevención para los rayos es muy simple. Hay que tener conciencia de que ante cualquier tipo de tormenta tenemos que ponernos a resguardo. No estar cerca de las ventanas ni bajo un árbol. También hay que levantar los elementos livianos que tengamos en el patio para que no se vuelen, cerrar las ventanas y tener a los chicos en un lugar seguro", sostuvo Almonacid, ex bombero. 

También hizo hincapié en "salir del agua inmediatamente" cuando en un día de temperatura elevada "empieza a cambiar el color del cielo y hay indicios de tormenta". "El agua es peligrosa sea en una pileta de lona, de fibra, un río o el mar. El mar es el más peligroso por la afinidad que tienen los rayos con la arena. Por eso en la costa este tema es más preocupante", completó. 

Desde Defensa Civil San Vicente aclararon que en los últimos años no se registraron personas heridas por rayos en el distrito, aunque sí ocurrió que el año pasado, en la zona rural, una vaca murió por la tormenta eléctrica. 

Desde la medicina, el doctor Raúl Huetagoyena, terapista del Hospital Ramón Carrillo, afirmó que "el rayo provoca una quemadura por corriente eléctrica" y que "depende de la magnitud del caso si el afectado sobrevive". 

El médico explicó que si bien hay casos en los que la descarga afecta órganos internos, en la mayoría de los casos las quemaduras son "cutáneas y musculares". "Lo más complicado es el agua, porque ahí descarga por todos los lugares donde se tiene contacto con el agua, entonces es más grave", añadió. 

Otros casos también extremos se dan cuando el rayo afecta órganos como el cerebro o el corazón, ante esos cuadros el desenlace fatal puede ser inmediato. "Pero lo más común son las quemaduras, que a veces suelen ser tan importantes que hay que amputar los miembros. Recuerdo un caso que me tocó trabajando en Tierra del Fuego, en el que al paciente hubo que amputarle las dos piernas porque las quemaduras habían dejado inviables los tejidos de la rodilla para abajo", dijo el especialista. 

Las quemaduras por electrocución difieren de las del fuego. "Se produce una destrucción en las células que no tiene que ver con el calor sino con el intercambio iónico. Al paciente hay que tenerlo en terapia intensiva y hacerle seguido el control hidroelectrolítico", comenta Huetagoyena. 

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