Penitenciario arriesgó su vida y evitó un suicidio en el Tren Roca

Según informaron desde el Servicio Penitenciario Bonaerense, Alan Bergara había finalizado su jornada laboral como agente penitenciario en la Alcaidía Departamental Florencio Varela y se dirigió a la terminal ferroviaria de este distrito con el objetivo de acercarse hasta la Jefatura, ubicada en la ciudad de La Plata, para entregar unos papeles.

Mientras esperaba por la llegada del Tren Roca como ocurre de manera habitual observó el ingresó a la plataforma de un hombre de alrededor de 55 años con una extraña actitud. El sujeto chocó contra algunas personas que estaban en el andén y se arrojó a las vías para luego extenderse sobre ellas.

Mientras las personas gritaban y pedían auxilio, el agente penitenciario entrenado para reaccionar con frialdad ante situaciones de riesgo- dejó su mochila en el suelo y se tiró a las vías para intentar salvar al hombre.

“En eso, vi que, a lo lejos, venía un tren. Como no podía pasar por el tumulto, decidí saltar a la fosa. Llegué hasta la persona y le dije que era una locura, que cómo iba a hacer eso. Él era de contextura muy grande y no sé de dónde saqué la fuerza, pero logré agarrarlo de los hombros y lo levanté”, explicó el muchacho de 25 años.

La situación transcurrió en pocos segundos y en el momento en el que intentaron ponerse a resguardo, eran dos los trenes de la línea Roca que se acercaban a la estación de Florencio Varela, uno con sentido a Constitución y el otro a La Plata.

“Con la adrenalina, me había olvidado completamente del tren, hasta que escuché su bocina. No había forma de salir de las vías, si no era por el andén, así que acerqué al hombre hasta allí y personal de Trenes Argentinos y de la Policía Federal lo levantaron y, después, me sacaron a mí”, contó Alan Bergara.

Gracias al rápido accionar del joven de 25 años ambos resultaron ilesos físicamente, aunque por precaución los dos recibieron asistencia, en la estación de Florencio Varela. De esta manera, el hombre que intentó suicidarse fue atendido por personal médico, mientras que el socorrista, después de una hipotensión, pudo continuar con su jornada habitual.

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Aunque el agente penitenciario reconoció que arriesgó su integridad con su acción de rescate, aseguró que fue parte de su vocación de servicio: “Yo estaba uniformado y conozco la responsabilidad que implica llevar esta vestimenta, aunque si hubiera estado de civil, también lo habría hecho”.