San Vicente |

Dolor y recuerdos felices ante la muerte del artista Julio San Martín

Fue un referente cultural de San Vicente que siempre buscó mostrar sus trabajos y acompañar a los más jóvenes. Dejó una huella en sus alumnos y pares. El retrato de sus manos inquietas y su trato amable.

El artista local Julio San Martín falleció el último lunes a los 75 años en San Vicente y la comunidad se sintió conmovida por la partida de un referente de la cultura local y de un vecino solidario, presente y muy respetado. 

San Martín completó una amplia obra como artista plástico. Incursionó en diferentes ramas, como la pintura, el dibujo y los objetos tridimensionales. Y su taller de reciclado era un clásico del Instituto Buscaglia de San Vicente. Con humildad, él se definía simplemente como un artesano, aunque era un artista con todas las letras. 

En 2004, fue declarado personalidad destacada por el Concejo Deliberante y en los últimos tiempos le envió un Cristo hecho por él al Papa Francisco, quien le agradeció mediante una carta. Este año, llegó hasta la instancia final de los Juegos Bonaerenses en la categoría de obras tridimensionales. Era un abonado de esa competencia y siempre dejaba a San Vicente en lo más alto. 

Más allá de sus credenciales artísticas, con la noticia de hoy varios vecinos destacaron las cualidades humanas de Julio. La ex directora de la Casa de la Cultura Elsa Ribas lo definió como "un gran ser humano, ejemplo de dedicación y humildad" y un "excelente artesano". 

San Martín había sido comerciante (tenía un almacén en la esquina de España y Sarmiento) hasta que se jubiló y pudo dedicarse enteramente al arte. Tenía su atelier en su casa de la calle Yrigoyen. Estaba casado y tenía un hijo. 

Sus obras abordan temáticas y estilos diversos, con técnicas variadas. Tenía un especial aprecio por los rostros y los caballos. Y su presencia era constante: en cada lugar que tenía para manifestar su arte, él estaba. Los que estuvieron cerca de él, lo describen como inquieto o imparable. "Esas manos estaban siempre en movimiento. Con cualquier cosa hacía una artesanía y te la regalaba", le contó a El Diario Sur la escritora Susana de Santis, que fue su amiga. 

Sus restos fueron velados en la cochería Marcial Gómez e Hijos y las redes sociales se inundaron de saludos por el fallecimiento. Todos, además de la tristeza, elegían celebrar una vida plena y luminosa. Con Julio San Martín, el gran artista sanvicentino, no quedaba otra opción. 

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