San Vicente |

Impulsan las capacitaciones y trabajo comunitario para cooperativistas

Desde el Municipio buscan que los beneficiarios de Argentina Trabaja “no estén solamente para barrer la calle”. Participan en talleres de carpintería, albañilería, herrería y huerta.

Los beneficiarios del plan Argentina Trabaja en San Vicente, Alejandro Korn y Domselaar son alrededor de 600. Todos ellos cobran 4.200 pesos por mes por una jornada laboral de cuatro horas de lunes a viernes. Es la mitad de un salario mínimo vital y móvil.

En diálogo con El Diario Sur, el encargado de coordinar las tareas desde el Municipio, Ariel Magnetti, aseguró que el principal objetivo del programa "es capacitar a la gente y que puedan salir a buscar un trabajo en el sector privado”. Por eso, en el Polo Productivo de Alejandro Korn (ruta 210 y El Salvador) se brindan talleres de carpintería, herrería, electricidad, albañilería y huerta, entre otras actividades que se enseñan. Lo mismo ocurre en el polo de San Vicente en menor medida.

Aunque el perfil que intentan darle es otro, el rol principal de los cooperativistas continúan siendo las "tareas socio-comunitarias”. Ese eufemismo es el que usan para hablar del barrido de calles y el corte de pasto en las veredas, pero también de otras actividades más importantes, como el mantenimiento de plazas y parques y los arreglos y pintura en las escuelas públicas. "Esa es una de las formas que tenemos de devolverle al municipio los recursos que nos cede”, comenta Magnetti.

Los sueldos de los cooperativistas, por caso, son pagados por el Ministerio de Desarrollo Social. Los beneficiarios tienen acceso a obra social, cobertura médica y aportes jubilatorios.

Algunas historias puntuales de los cooperativistas ilustran la importancia que puede tener el plan. Lili tiene 40 años y es beneficiaria desde 2012, pero apenas hace unos meses comenzó a recibir capacitaciones en carpintería. "Ahora quiero seguir aprendiendo y mi sueño sería poder largarme por mi cuenta, me gusta mucho la carpintería”, comenta.

Un testimonio más alentador es el de Carlos, que pronto va a dejar de ser beneficiario para volver al trabajo que perdió años atrás en el frigorífico de Alejandro Korn. "Me sirvió y aprendí mucho, pero ahora volver al matadero es un progreso grande”, reflexiona.

¿Cómo hacen para que a los cooperativistas no los enmarquen únicamente como barrenderos? Magnetti responde: "Es que cuando nosotros (por el gobierno de Mauricio Gómez) arrancamos la gestión, lo único que hacían era barrer con un escobillón. Pero ahora estamos tratando de apostar a que hagan otras tareas y obviamente los talleres”.

Según el funcionario, en diciembre de 2015 había 947 cooperativistas en San Vicente, con un alto porcentaje de ausentismo. De a poco, sostiene, dieron de baja a la mayoría de los que no se presentaban a trabajar.

Ahora, uno de los puntos que genera ilusión es el "empalme” que anunció el gobierno nacional entre los planes y el sector privado. Lo que prometió el presidente Mauricio Macri el último 1º de mayo es subsidiar a las empresas parte del salario de los trabajadores que provengan de los diferentes programas, por un tiempo máximo de dos años. "Es muy bueno el proyecto porque apunta a que la gente salga de la cooperativa. Para nosotros sería buenísimo que cuando terminemos la gestión tengamos la mitad de los beneficiarios que tenemos actualmente”, dice Magnetti.

 

 

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