San Vicente |

Preocupación por los incendios en campos en el verano

Con el aumento de las temperaturas, algunas semanas las quemas forestales se dan a diario, aunque los especialistas aseguran que hay menos que en otros años por el crecimiento de las urbanizaciones.

Los incendios de campos son una tradición de verano para San Vicente. Los días de altas temperaturas, baja humedad y algo de viento, la sirena de los bomberos suena hasta cinco veces por día, tanto en la localidad cabecera como en Alejandro Korn, donde la problemática también es importante. 

En esta temporada, según el jefe local de Bomberos, Gustavo García, diciembre fue un mes "muy complicado" en el que se acumularon decenas de salidas a incendios en campo abierto. Algunas les demandaron varias horas de trabajo a los voluntarios para llegar a apagarlas. "Las unidades no hacían a tiempo a volver al cuartel, iban de un servicio directamente al otro. Pero a partir de la última lluvia mermó y ahora estamos más tranquilos", aclaró el comandante García. 

El director del área de Defensa Civil local, y también ex-bombero, Eduardo Almonacid, explicó que los incendios forestales se dan a partir de "una coincidencia de valores entre el combustible, que viene siendo la paja que hay en el campo, el oxígeno y el calor". De hecho, entre los bomberos es bien conocida "la regla del 30", que marca que el riesgo es muy alto en los días en los que la temperatura está por encima de los 30 grados, la humedad por debajo del 30 % y el viento supera los 30 kilómetros por hora.  

"La mayoría de las veces el desencadenante es un descuido de la gente", sostuvo García. "Puede pasar que empiecen a quemar basura y se les vaya de control, o que lo genere una colilla de cigarrillo prendida o un vidrio que haga el efecto de una lupa", enumeró. Y agregó: "También en el campo se da que hacen un asado y la brasa queda mal apagada y avanza y pone en peligro las casas". 

Los dos rescatistas afirmaron que los siniestros de este tipo que son intencionales suelen darse al costado de la ruta, donde el acceso es más fácil, pero que no suelen ser provocados por productores rurales que buscan una ventaja para luego reforestar la tierra. "Si algún productor quiere hacer eso existe la posibilidad de que lo coordine con bomberos y se haga un día en el que no sea riesgoso", dijo Almonacid. 

Para prevenir estos hechos, García pide a los vecinos que cada vez que hagan fuego estén atentos a que no se salga de control, con una fuente de agua cerca para poder extinguirlo. "El fuego es como tener un chico cerca de la pileta. Uno no se puede distraer, y menos en verano", aseguró. Y añadió: "Hay que tener en cuenta que se pueden provocar daños materiales grandes y el desgaste que nos genera cada salida a nosotros, que somos voluntarios". 

Almonacid, por su parte, recomendó a los vecinos del área rural que tengan bien corto el césped en los metros más próximos a sus viviendas. "Así, en el caso de un incendio, el fuego no tiene combustible para avanzar hasta la casa y provocar más daño", marcó el especialista.  

También destacó que la problemática es menos preocupante que en épocas pasadas por la proliferación de urbanizaciones en el distrito. "Antes había incendios que tomaban más de una semana para ser controlados. Ahora con los countries hay menos superficies a las que no les cortan el pasto. Se siguen dando, pero no con tanta extensión como antes", puntualizó.  

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