San Vicente |

La carta de un médico que se hizo viral: “El hospital de mierda” y “los ángeles de la guardia

Publicó un texto en su Facebook luego de que lograran salvarle la vida a un chico de San Vicente que llegó muerto. Habían sido agredidos por otros pacientes por tardar.

“El Hospital de Mierda”. Con esa ironía bautizó al Hospital de San Vicente un médico de 32 años que publicó en Facebook una carta viral en la que defendió el trabajo de los integrantes del centro de salud. El texto fue un reconocimiento para dos pediatras experimentadas que, el último viernes, en una situación de extrema tensión, lograron salvarle la vida a un niño de un año que había llegado muerto tras permanecer media ahora ahogado en una pileta.

El médico se llama Sebastián Arman y desde hace dos años y medio que atiende en la guardia del Hospital Ramón Carrillo. Es nacido en San Vicente, y su publicación ya generó miles de compartidos y reacciones en Facebook.

La secuencia del viernes se dio a partir de que un chico de un año y medio se cayera en una pileta en su casa de Alejandro Korn. Habría permanecido media hora bajo el agua. Para cuando llegó al hospital, al mediodía, no respiraba ni tenía latidos ni pulso. “Ante un caso de semejante gravedad todos nos abocamos a eso. Yo soy clínico y atiendo adultos pero también fui a dar una mano”, le contó Arman a El Diario Sur.

Después de varias horas dramáticas de trabajo, los profesionales, encabezados por las pediatras Viviana Mastri y Marisa Sala, lograron reanimar al niño. Tuvieron que practicarle RCP, y entubarlo para que pudiera volver a respirar. Lo derivaron a La Plata cerca de las 19.

En el medio, otros pacientes que esperaban a ser atendidos en la guardia comenzaron a amenazar a los trabajadores de la admisión con golpearlos o romper las instalaciones del hospital. Un vecino empezó a filmar con su celular y la situación se volvió más tensa.

“La gente no entiende que la guardia es para urgencias, y que ante un caso así la prioridad es salvar la vida de la persona que entra. Por eso escribí la carta, y para reconocer la tarea de las dos pediatras, que últimamente vienen recibiendo pálidas, pero que hace 20 años que trabajan en el Hospital de San Vicente y yo las admiro mucho”, contó Arman, que definió a Mastri y a Sala como “los ángeles de la guardia”.

También recordó que cuatro semanas atrás, ante un caso similar, de un niño que se ahogó en una laguna de Alejandro Korn, recibió amenazas de los familiares mientras trasladaban al paciente en la ambulancia. “Creo que la carta está teniendo mucha repercusión porque en todos lados los médicos estamos desprotegidos ante estos casos. Lo importante es que la gente entienda que si viene a la guardia por algo que no es urgente, va a tener que esperar, porque es así en todos lados”, reflexionó.

A continuación, la carta completa:

"Las pediatras, están con una Urgencia"... "¡Siempre lo mismo, en este hospital de Mierda!"

Siendo las 12:30, al hospital de "Mierda", llega un nene de 1 año y 4 meses, MUERTO, sin vida, después de estar media hora en el agua, se ahogó, no respira, está helado, empapado, está azul, no reacciona, no llora, no grita, no ríe y no habla. Esta en silencio, con su mirada apagada, sin brillo, con las pupilas dilatadas, que no cambian con la luz. Lamentablemente, se fue...

Pero nuevamente, como hace unas semanas atrás, las pediatras, que según dicen "nunca atienden", llegan y comienzan a luchar con la muerte, tratando de arrancarle a ese chiquito, que se está llevando en brazos. Siempre respaldadas, por excelentes enfermeros y profesionales, que ante estas situaciones se abocan al paciente, quedándose de más, fuera de horario, ayudándonos entre todos. Siendo un equipo de profesionales, pero sobre todo humano (David Landa, Monica Galeano, Griselda Bernachea Vanina Rocío Apaza Dr. Roque Matta, Dr. Daniel Ascaini)

El tiempo pasa, la pelea es dura, pero no se rinden fácil, se le hace RCP, se lo intuba, se le pasa medicación intravenosa, se rota, se lucha...

De a poco, el nene vuelve, muy lento, vuelve a la luz, a la fuerza.

El corazón despierta, late sólo, y cada latido es un alivio. ¡¡¡Volvió!!!, pero no solo, sino de la mano, de dos personas a las que admiro. Como siempre les dije, son: "Los ángeles de la guardia".

En la ventanilla siguen los gritos y los insultos hacía los chicos de admisión (Marcos Frutos, Yami Dominguez), esa gente no entiende, lo que acaba de pasar. No les importa, estamos para servirles y atender su dolor de garganta, que es lo más importante de este mundo. Es una guardia, para urgencias, como la que acaba de pasar. Pero ellos llevan horas esperando y en el hospital de "Mierda", nunca atienden.

Llega un ridículo con un celular filmando la puerta y hablando estupideces, lo hacemos pasar y le mostramos el nene, se queda pálido y se calla la boca (al menos por un rato).

El chico sale derivado, a las 19:15hs con pronóstico reservado, Dios dirá, ya 2 de sus ángeles, hicieron su trabajo.

Quizás deberían ver que detrás de esa puerta, que están pateando, estamos haciendo lo que tenemos que hacer.

Sí querés un certificado, una receta, antibióticos por una faringitis de hace dos semanas, tu diarrea, etc., etc., vas a tener que esperar, lo que sea necesario. Ahora si realmente lo necesitás, si está corriendo peligro tu vida, vas a pasar antes que nadie, para eso es la guardia.

Mientras tanto, pagá la cooperadora así no te quejas de la infraestructura, pagá tus impuestos, no faltes a los turnos, colaborá haciendo cursos de RCP, cuidá a tus hijos, cuidate vos, etc. Ayudá, serví...

En el hospital de "Mierda" te van a atender... Las pediatras mastican la bronca, se sacan los guantes, se acomodan el pelo, toman algo y salen a llamar a sus pacientitos. Ahora van a ver a tu nene con la tos de 1 semana, al que se lastimó por tus descuidos, etc. Luego de estar 7 hs en el Shock Room, te van a atender. Así que tranquilo, maleducado e irrespetuoso, que ya vas a entrar. Ahora vas vos.

Estas palabras son para darles mi cariño y respeto eterno, ¡a ambas! ¡Las admiro!

En nombre de la comunidad: ¡Gracias, por tanto! ¡Perdón por tan poco!

 

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