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Canning: optimismo en los countries ante a la marcha atrás de la IGJ con la adecuación

Los barrios privados de la zona describieron a la medida como "positiva" porque evitan gastos millonarios. Las miradas de La Alameda, Echeverría del Lago, Los Rosales y Venado.

La marcha atrás de la Inspección General de Justicia con respecto a la adecuación al régimen de la propiedad horizontal fue como encontrar “agua en el desierto” para los countries de Canning preexistentes a la reforma del Código Civil y Comercial del 2015.

El cambio fue impuesto por la IGJ luego del escrito enviado por el Colegio de Escribanos de la Ciudad de Buenos Aires, el cual le sugirió que los countries permanecieran como asociaciones civiles, evitando la adecuación que demandaría una erogación de dinero millonaria y un trámite considerado por los especiales “prácticamente imposible”.

Con este panorama, El Diario Sur dialogó con las autoridades de countries, quienes dieron su parecer ante la nueva disposición de la IGJ aplicada para los barrios privados y clubes de campo con domicilio en Capital Federal que están ubicados en Canning.

“Fue muy bueno para toda la zona que la IGJ haya revaluado la situación de la adecuación a la propiedad horizontal ya que, según habíamos consultado con escribanos técnicamente era imposible readecuar los barrios subdivididos por geodesia en un formato de propiedad horizontal”, expresó Pablo Pérez, directivo de La Alameda. “En un barrio encontrás muchas realidades diferentes en los propietarios, gente que no hizo sucesión, divorcios y fallecimientos entonces era muy complicado desde el punto de vista de escriturar todo, por ende fue una excelente medida”, agregó.

Leonardo Gomila, presidente de Echeverría del Lago, siguió la línea de su par haciendo hincapié en las consecuencias económicas que iba a tener una adecuación de todas las propiedades: “Lo que era adecuarse a la propiedad horizontal iba a significar un trastorno económico para todo el barrio y hubiésemos tenido que hacer malabares para afrontar tal gasto. Entonces lo logrado por el colegio de escribanos es una gran ventaja. Pasar a ser asociación civil es menos oneroso, aunque todavía tenemos que ver bien la parte contable y legal”, explicó.

Marcelo Pane, presidente de Los Rosales, también se mostró a favor del retroceso en la adecuación “total” de los barrios privados y clubes de campo de Canning, pero fue más riguroso con respecto a las consecuencias que podría haber bajo las condiciones indicadas en un principio.

“No me parecen económicamente aplicable porque sería incrementar los costos que tenemos superando el presupuesto mensual del barrio, lo que podría generar un incremento en las expensas y una eventual incobrabilidad en los pagos”, afirmó Pane.

Por otro lado, el country Venado fue uno de los pioneros en adecuarse a la propiedad horizontal antes de que estallara la controversia por la conversión en consorcios para los barrios privados y clubes de campo.

“Fue muy lógica la decisión de la IGJ, pero esto viene desde hace años y ninguno de los countries comprendió los cambios que se venían”, comentó Carlos Broitman. Y añadió: “Una Asociación civil modifica el objeto social de muchos clubes de campo. Ahora tendrán que modificar el estatuto, reglamentos internos y la forma del cobro de expensas”.

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