La congestión se debe a una gran circulación de vehículos que se dirigen en ambas direcciones. No está relacionado con algún accidente vehicular.
Para realizar el tramo que va en dirección a Capital desde la rotonda de Lacarra hasta Plaza Canning, el transito es ligero, pero luego el embotellamiento se hace cada vez peor. ”Los semáforos duran muy poco“, grita un conductor desde su auto. Los semáforos que se encuentran frente a Las Toscas, tienen una duración de 30 segundos, mientras que los que están en la intersección con Pedro Dreyer son de un minuto.
Muchos vehículos se dirigen por la banquina para poder pasar a la extensa fila de autos que se encuentran en dirección a San Vicente.