Mateo Palma volvió a Venado II para jugar la recta final de la fase regular del Clausura de Primera A de la Asociación Deportiva Country Canning (ADCC). El pasado sábado jugó los cuartos de final de los play off ante Saint Thomas Sur, convirtió un gol y fue una de las figuras del encuentro que finalizó con la goleada por 4 a 1.
Se fue como arquero al "clásico" rival y volvió como jugador: el refuerzo de Venado II
Mateo Palma era el arquero en Primera hasta hace dos años, pero le "aburría" la posición. Se fue a El Rocío, donde pasó a ser jugador de campo, y ahora es una pieza clave en el ataque de Venado II.
“Al principio se nos complicó un poco, no jugamos a lo que hacíamos siempre. En el segundo tiempo, por nuestra insistencia, la presión y el cansancio del rival conseguimos convertir el primer gol y ahí se abrió el partido”, contó Mateo Palma en conversación con El Diario Sur. El volante por izquierda de Venado II es uno de los refuerzos que consiguió el equipo para afrontar la etapa más importante del campeonato.
El joven de 20 años se crio en Canning y desde los seis años es vecino de Venado II, donde jugó al fútbol hasta los 18 años. Luego, dejó el equipo por los malos resultados y pasó a jugar en El Rocío. “Era ir todos los domingos para perder 8 o 9 a 0, no había preparación y ni siquiera entrenábamos. Terminamos todos muy cansados y varios decidimos dar un paso al costado”, expresó Mateo Palma.
“Desde ahí que empezó a haber cierta pica. Los partidos se vivían como un clásico, era lindo”, manifestó sobre enfrentar a sus ex compañeros. “Hasta llegué a hacerles un gol y se los grité en la cara. Pero era porque en el partido me hablaban, me decían traidor y después con el festejo uno explota”, sostuvo. “Hubo un campeonato que los eliminamos jugando en Venado II y con mi familia mirando. No me importó y los dejé afuera”, añadió.
A pesar de la “pica” y los duelos que se vivían “como un clásico”, Mateo Palma no perdía la buena relación con sus ex compañeros, quienes aprovechaban cada partido que se enfrentaban para invitarlo a regresar. “Me quedé en El Rocío hasta que se disolvió. Este año, Lucas (Castía), el capitán, me siguió insistiendo y como yo no estaba jugando decidí volver”, señaló.
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El ahora volante ofensivo de Venado II, que regresó al equipo como una pieza importante en el ataque, no siempre fue un jugador de campo. Hasta los 18 años, Mateo Palma era el arquero de la Primera de Venado II. “Me aburría un poco, no me llenaba tanto. Cuando me fui a El Rocío manifesté que ya no quería seguir atajando y lo aceptaron. Probé en distintas posiciones y de volante es donde más cómodo me siento”, aseguró. “Ahora disfruto mucho más del fútbol”, remarcó.
Este sábado Venado II enfrenta a El Lauquén por la semifinal del Clausura 2022. “Va a ser un partido muy difícil, pero estamos muy convencidos en el objetivo de salir campeones”, contó. “Los guantes los sigo teniendo, si le pasa algo al arquero no dudo en agarrar el arco yo”, comentó.
Quedó en San Lorenzo y en Banfield, pero nunca fue a entrenar
Mateo Palma fue aceptado para jugar en San Lorenzo tras una prueba que realizó a sus 14 años, como arquero. “Mi papá me dijo que no me iba a llevar porque quería que estudie así que nunca tuve la chance de ir a entrenar. Yo era chico y quería jugar, pero a la larga lo entendí”, contó. Luego, a los 15 años, volvió a hacer una prueba en un club. “Fui como jugador ahí, me habían dicho que tenía que seguir yendo para entrenar, pero mi papá se negó de nuevo”, indicó Palma.
Mateo tiene un hermano menor, Felipe (13), a quien su papá lleva todos los días a entrenar a Banfield, donde juega en AFA. “Ahora aprendió”, expresó. ‘Con uno de los dos hay que probar’ dijo mi papá”, concluyó.
Conociendo a Mateo Palma
• Equipo: Venado II.
• Posición: Volante.
• Edad: 20 años.
• Apodo: Gurú.
• Número preferido: 21.
• Estatura: 1,85.
• Peso: 75kg.
• Colegio: Saint Mary’s.
• Hincha de: River Plate.
• Ídolo: Lionel Messi.
• Boliche preferido: Morocco (Costanera).
• Restaurant preferido: La Taba (Canning).
• Compañero favorito: Álvaro Bouza.
• Rival de ADCC al que más disfruta ganarle: Lagos de Canning.
