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ARBA pone el ojo en los countries y barrios cerrados: la opinión de los dirigentes en Canning

En el último tiempo, desde el ente recaudador se enfocan en las urbanizaciones cerradas. Dirigentes de la región lo confirman y algunos se quejan porque aseguran que el sector es "estigmatizado".

Tras la asunción de Cristian Girard como director de la Agencia de Recaudación de la Provincia de Buenos Aires (ARBA) en el 2020, los barrios cerrados y countries pasaron a estar bajo la lupa para la entidad recaudadora. “Para construir una sociedad menos desigual, tenemos que empezar por reducir la evasión de los ricos y los sectores concentrados de la economía”, suele repetir el dirigente que apunta a Canning, una de las localidades donde más countries, barrios privados y clubes de campo se pueden encontrar.

Con el correr de los operativos y fiscalizaciones, ARBA afirma que el sector de mayor poder adquisitivo es uno de los espacios que más evade. Para octubre de 2020, unos meses después de haber asumido Girard, ARBA ya había cursado más de 100 intimaciones a barrios cerrados que estaban incumpliendo la Ley 15.038, la cual tipifica la metodología del cálculo del valor de la tierra de los inmuebles ubicados en los Clubes de Campo, Barrios Cerrados, Clubes de Chacras u otros similares.

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ARBA pone el ojo sobre los countries y barrios cerrados.

ARBA pone el ojo sobre los countries y barrios cerrados.

Para fines del 2020, se creó el “Registro Provincial de Urbanizaciones Cerradas”, a cargo del Ministerio de Gobierno provincial con el objetivo de reempadronar las urbanizaciones cerradas asentadas en la provincia de Buenos Aires y así poder regularizarlas. Hasta julio de este año, se habían anotado 363 clubes de campo y/o barrios cerrados y, de esa cifra, el 50% están concretados en cinco ciudades del conurbano. Canning, con 15 clubes de campo y/o barrios cerrados, está dentro de esas cinco.

A partir de esta tendencia de ARBA con la mirada puesta sobre los countries y barrios cerrados de la región, El Diario Sur consultó con directivos de urbanizaciones cerradas y expresaron que, efectivamente, sí sienten una mayor presión por parte del ente recaudador en el último tiempo. Sin embargo, los compromisos tributarios se abonan en tiempo y forma, aunque algunos aseguran sentirse “estigmatizados”.

“La parte impositiva es una obligación”

“Más allá de la posición de ARBA, nuestra política es lograr tener al día la parte impositiva”, expresó Eduardo Fiszman, presidente de El Venado, ante El Diario Sur. “No nos preocupa que pongan la lupa acá, los impuestos siempre tenemos que pagarlos en tiempo y forma. Para nosotros la parte impositiva es una obligación más la cual tenemos que cumplir”, añadió.

“Los countristas saben que se está trabajando en optimizar absolutamente todo y la gran mayoría se encuentra al día en los pagos. Implementamos un sistema completamente de nuevo de cobro, donde se puede ver todos los gastos en detalle que tiene el country. Esto hace que la gente pueda controlar todos los meses cada gasto que hacemos. Esto es como una auditoria permanente”, explicó Fiszman.

“Siempre se apunta a un determinado sector”

“Hace bastante que tenemos esta tendencia de las presiones impositivas por todos lados. Tanto nosotros como los vecinos entendemos que los impuestos se tienen que pagar como corresponden, pero cada vez son más y sentimos que no estamos en una línea equitativa con el resto”, expresó Leonardo Gomila, presidente de Echeverría del Lago, en comunicación con El Diario Sur.

“Todo aquel que vive en un barrio no es porque le sobra la plata o porque es un lujo. Acá, muchos son refugiados que vivimos algún hecho de inseguridad en un barrio abierto y por traumas psicológicos de la familia tratamos de mudarnos a un lugar con más seguridad. Mudarse a un barrio no es un lujo, es por una cuestión de necesidad”, remarcó Gomila.

“No creo que haya una injusticia por la presión fiscal, que cada vez es más alta. Sino que siempre se apunta a un determinado sector”, sostuvo. “Echeverría del Lago es un barrio de trabajadores, estamos a la misma altura que la gente de Lanús, Banfield o Monte Grande. Sólo que nos esforzamos un poquito más y nos prohibimos algunas otras cosas”, manifestó.

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