El rubro de las empleadas domésticas atraviesa con dificultades la crisis económica. Recorte de horas y salarios que van entre los 300 y los 400 mil pesos que vienen perdiendo por goleada frente a la inflación son algunas de las situaciones que vive este gremio. Pero en los countries de Canning, la situación es distinta. Si bien muchas familias están ajustando el tiempo que contratan personal, la histórica alta demanda que hay por este servicio en los barrios privados lleva a que enseguida las trabajadoras puedan cubrir los huecos que les aparecen.
Los countristas recortan horas de empleadas domésticas pero igual la demanda sigue siendo alta
En los barrios privados de la región hay una histórica alta demanda de empleadas domésticas. Siempre aparecen nuevos interesados por parte de los countristas.
Así lo reflejaron ante El Diario Sur desde diferentes countries de la región y también desde el Sindicato Argentino de Amas de Casa, donde ven con preocupación la crisis económica. Maximiliano Giannantonio, vicepresidente del country Solar del Bosque de Canning, sostuvo: “Es muy díficil conseguir personal de confianza. Así que en general los que tienen que pagar un aumento lo hacen sin problemas”, aseguró, en el marco de la nueva paritaria que cerró la Comisión Nacional de Trabajo en Casas Particulares, con un aumento de 8,5 y 4% para julio y agosto.
“Si alguien quiere achicar las horas del personal doméstico, el vecino de al lado la contrata. Es así. De hecho, las familias en todos los barrios siempre buscan. Ninguno quiere sacarse de encima a nadie. Todos buscan, necesitan más”, indicó Giannantonio.
“Siempre hay una casa que se hace nueva y necesitan personal”, puntualizó el vicepresidente de Solar del Bosque. “Hay más demanda que oferta. Aunque aumenten los sueldos un mil por ciento, igual de todas maneras no va a haber problema. La gente demanda ese servicio y la demanda no está cubierta. Se necesita más personal y no hay”, señaló.
Por su parte, Patricio Odds, del country Santa Rita de San Vicente planteó que “hoy por hoy hay mucha gente que ofrece a personal. Por eso deduzco que debe haber menos demanda que en otro momento. Acá nosotros tenemos un chat de WhatsApp entre todos los vecinos y antes era raro que se ofrezca porque la verdad que escaseaba”.
“Mucha gente ha bajado sus gastos. Se lee que se recomienda gente porque ya no hay tanta demanda de trabajo. La carga fiscal provincial y municipal, más los aumentos de colegios son muy fuertes”, se diferenció Dodds en ese aspecto, respecto del barrio cerrado de Canning.
Uno de los inconvenientes que surgen en algunos de los countries están determinados por la dificultad en acceder hasta ellos sin contar con un vehículo, con la poca frecuencia del transporte público. En ese sentido, el vecino del country Santa Rita, ubicado sobre la Ruta 58, subrayó: “Nosotros estamos lejos y cuesta mucho trasladarse a esa distancia. Y después hay que pensar en la distancia desde la puerta hasta la casa”.
En ese sentido, Dodds destacó que en la mayoría de las empleadas domésticas que tienen contratadas los vecinos de los countries “hay un plus de confianza que es impagable, así que en cierta manera tratamos de ayudarnos mutuamente, y bueno, uno trata de a veces de dar lo que puede ser más justo para la persona que hace el esfuerzo de venir hasta acá”. Tanto Dodds como Giannantonio comentaron que en los countries se suele pagar “por encima del convenio” a las empleadas.
La realidad de las empleadas domésticas por fuera de los countries
A pesar de que la demanda se sostiene en el corredor de countries de la región, el panorama es bastante desalentador en términos generales. Así lo indicó, Paula Cañete, representante del Sindicato Argentino de Amas de Casa (SACRA), en diálogo con El Diario Sur.
“La realidad indica una baja de horas semanales y una gran pérdida de empleos. Lamentablemente este sector se encuentra precarizado en la informalidad, lo que impide cuantificar los datos para un correcto diagnóstico”, aseguró Cañete.
En ese marco, se refirió a la última paritaria de trabajadoras de casas particulares, que cerró esta semana y dejó el sueldo en un esquema que va desde los $300.000 hasta los $400.000, de acuerdo a la complejidad del puesto desempeñado. “Considero que siguen representando salarios muy bajos, en el mejor de los casos en la categoría de una supervisora no superan los $400.000, con lo cual no cubre la canasta básica de junio que arrojó $873.169 para que una familia no sea pobre”, concluyó la sindicalista.
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