En cuarentena, las "Mamis Solidarias" de Canning redoblaron sus esfuerzos por los más chicos
Mediante la campaña "Una Montaña de Sonrisas" la asociación repartió regalos a más de 800 niños. "Entre muchos, con poquito, podremos hacer felices a cientos de chicos", expresó una de las fundadoras.
Este año la pandemia obligó a modificar las formas de trabajo, pero no la esencia del grupo que fue creciendo hasta lograr convertirse en una Asociación Civil. A través de la campaña “Una Montaña de Sonrisas” organizaron la habitual colecta solidaria de juguetes del “Día del Niño” y alcanzaron a más de 800 chicos de Canning, Monte Grande, Ezeiza, San Vicente e incluso en distintos lugares de Misiones.
“En tiempos tan difíciles, estamos convencidas de que un regalo les dará mucha alegría a nuestros niños, por eso desde Mamis Solidarias organizamos esta montaña llena de juguetes que repartimos entre niños de Misiones y Buenos Aires”, contó Laura Furman, una de las fundadoras de la asociación de Canning y agregó que además de los envíos “citamos a las familias de cada espacio donde trabajamos, cumpliendo con las pautas del decreto presidencial y el protocolo del coronavirus”.
El trabajo solidario de las Mamis es llevado a cabo mediante en campañas mensuales y anuales que les permiten abordar las distintas necesidades de los chicos a lo largo del año.
Sin embargo, las Mamis de Canning no buscan solo entregarles recursos materiales a los niños, sino que apuntan fundamentalmente a sacarles una sonrisa, a despertarles un sentimiento de alegría ante las situaciones tan dolorosas que deben atravesar diariamente potenciadas por el aislamiento social.
“Son días de mucha incertidumbre para todos, pero sin dudas los niños cuyos derechos vienen siendo vulnerados, se encuentra en una situación aún más desigual.
Por eso este día del niño quisimos devolverles la sonrisa y premiarlos por el enorme esfuerzo que están haciendo en cuarentena que es muchísimo”, aseguró Laura.
Asimismo, las 7 integrantes y los más de 100 voluntarios que forman parte de la asociación deben combinar sus empleos, familias y actividades con su vida solidaria. "Todos nuestros maridos y amigos siempre están. Son unos genios que nos apoyan”.
El apoyo que reciben de sus seres queridos, sumado a las ayudas que siempre aparecen de diversas “almas solidarias” y las sonrisas de los niños, se convierten en el combustible principal a la hora de llevar adelante toda la organización y el trabajo.
“Nuestra misión es mejorar el presente de los niños en situación de vulnerabilidad, para transformar su futuro. Mientras que nuestros valores son el compromiso social, el trabajo en equipo, la transparencia, la cooperación con otras entidades sociales y el contacto directo con los chicos”, sostuvo Laura.
El trabajo solidario de las Mamis es llevado a cabo mediante en campañas mensuales y anuales que les permiten abordar las distintas necesidades de los chicos a lo largo del año. De todas formas, consideran que cada “granito de arena” puede transformarse en una sonrisa de un niño. “Pudimos armar una gran montaña de regalos que se convertirán en sonrisas y esperanza para muchos niños. Por eso, entre muchos, con poquito, podremos hacer felices a cientos de niños”, completó Laura.
El grupo solidario de Canning que cada vez puede ayudar más
“Mamis Solidarias” es un grupo que nació hace 5 años en la ciudad de Canning pero que de a poco fue creciendo y desarrollándose al punto de unir madres de diferentes partes de la región y otras provincias. Su meta principal es el trabajo por la niñez, que se aborda a través de campañas especialmente enfocadas en las necesidades que tienen los más chicos: educación, juego, abrigo, alimentación y contención.
Ahora, en tiempos de pandemia, una de las características fundamentales de este grupo es que son ellas mismas las encargadas de clasificar, distribuir y llevar los alimentos para asegurarse de que lleguen a su destino. “Todos trabajamos de nuestra profesión u oficio, pero repartimos nuestra vida con la ONG, que como la definimos, es nuestra forma de vivir”, admitió Laura Furman, una de las fundadoras.