Esteban Echeverría | pandemia | club | San Martín

"Durante la pandemia, lo que nos levantaba el ánimo era ver el progreso día a día de los chicos"

El coordinador de fútbol del Club Social y Deportivo San Martín de Monte Grande destaca que, por el drama de la pandemia, se generaron lazos fuertes.

Javier Viera es coordinador de fútbol en el Club Social y Deportivo San Martín. Es quizá la persona que mejor conoce a todos los chicos de la institución: desde Infantiles, pasando por Juveniles e incluso a los de Primera. En diálogo con El Diario Sur, comenta cómo se preparan para afrontar la vuelta a las canchas y reflexiona sobre lo que aprendió durante la pandemia.

¿Cómo está el club San Martín en esta etapa del año?

Por el momento, en el club estamos entrenando. Cada categoría entrena dos veces por semana y realiza dos reuniones virtuales. Eso es lo que nos pidió AFA para poder arrancar con el tema de Infantiles. En cuanto a los partidos, en Esteban Echeverría todavía no están permitidos los deportes de contacto, entonces no podemos jugar en nuestra cancha. Hemos tenido sí dos encuentros de visitante, uno con Racing y otro con Tristán Suárez, en Infatiles AFA y Liga. También tenemos pensado ir a Cañuelas y Boca la próxima semana.

¿Cuáles fueron las adaptaciones que se hicieron para el retorno de las actividades?

No todas las actividades de San Martín están en su plenitud. Vamos volviendo de a poco con los protocolos y respetando lo que la municipalidad nos diga. Nosotros optamos volver cuando se pueda. Por el momento seguiremos cumpliendo con las normas sanitarias impuestas por la pandemia: los chicos ingresan por una calle y salen por otra así no se cruzan los grupos; y los días lunes y martes los jugadores hacen zoom. Después tenemos la planificación con los profes, que arranca a la mañana con los Juveniles, desde la 2004 a la 2007, y con la Primera, que son chicos categoría 2001, 2002 y 2003. Luego por la tarde tenemos Infantiles, con la 2008 hasta la 2014.

¿Se realizaron obras de infraestructura en club San Martín?

La municipalidad nos ayudó mucho a levantar el club durante la pandemia, cuando no estaba en condiciones: teníamos el pasto hasta arriba y mandó gente a limpiarlo, desinfectarlo y fumigar. En plena pandemia nos dieron bolsas de mercadería para las familias que necesitaban y arreglaron los alambrados que la gente había roto.

WhatsApp Image 2021-07-06 at 14.19.07.jpg
Javier Viera, coordinador del fútbol en el club San Martín, contó cómo vivió la pandemia la institución.

Javier Viera, coordinador del fútbol en el club San Martín, contó cómo vivió la pandemia la institución.

¿Volvieron a jugar en algún momento desde marzo de 2020?

En diciembre, en un parate de la pandemia, nos permitieron volver e hicimos unos encuentros contra otros equipos. Seis partidos jugamos en total. Los chicos estaban muy felices. Por otro lado, también tuvimos la posibilidad de que todos los juveniles del club que entrenaron zoom fueran ubicados en clubes de AFA. Ubicamos 60 jugadores, de los cuales la mayoría son de Lugano, que tendrá alrededor de 35. El resto fue a parar a Tristán Suárez, Banfield y uno está en Boca. En San Martín siempre estábamos todos los días pensando en tener que reinventarnos y hacer cambios para que los chicos se sientan cómodos y no se aburran. Pudimos lograr que los chicos no abandonen, que era lo que más importaba.

¿Qué balance pueden hacer con respecto a cómo los afectó la pandemia?

Se podría decir que se ha perdido el contacto cara a cara con el compañero. En San Martín nosotros fuimos armando grupos para interactuar con juegos de manera virtual. Yo considero que esta situación los unió más, porque lo veo en los entrenamientos. Hay una categoría que llegó a tener 21 chicos entrenando por zoom y esos chicos se conocieron mucho más. Tienen 10 años, pero parecen mucho más grandes. Yo los veo y todos los días me enseñan algo. Con el correr de los meses de encierre los chicos pudieron generar cierta unión y ahora tienen un objetivo en común que es lindo y digno de ver. Cuando estaban bajoneados lo hicieron saber y a los ejercicios los realizaban igual. Para nosotros eso tiene mucho valor, porque todos pueden tener un día malo y no estar al 100%, pero que sepan interpretarlo siendo tan chicos puede darle mucha experiencia de cara al futuro. Ellos tienen que incorporar valores más allá de si terminan siendo o no jugadores de fútbol. Tienen que tener en claro que al deporte lo eligen ellos y nadie los obliga a elegirlos.

¿Muchos chicos se bajaron del club?

Con la pandemia perdimos alrededor de 100 jugadores entre todas las categorías de San Martín. Muchos porque no tenían acceso al zoom, que lo usábamos entrenábamos de lunes a viernes, y los días lunes, miércoles y viernes se dedicaban a la planificación de la parte física: coordinación, fuerza, trabajo de velocidad en trabajos cortos. Todo lo hacían desde su casa.

¿Qué importancia le dieron al aspecto psicológico en San Martín?

Hicimos trabajo de neurociencias. Habíamos comprado una aplicación para que los chicos vayan compitiendo contra ellos mismos. También organizamos charlas con nutricionistas, exjugadores de fútbol, chicos que están en Primera y pasaron por el club. Teníamos charlas tácticas también… En todas las edades tratábamos de preparar la metodología para que los chicos te presten atención. Los ayudamos mucho con el tema del autoestima, alentándolos a seguir porque ya íbamos a seguir adelante y demás. Los tuvimos muy contenidos y los padres nos han felicitado. Yo estoy por recibirme de coach ontológico y eso me abrió mucho para brindarles herramientas a los chicos, porque ellos les resultó difícil entender cómo de un día para el otro se quedaron sin sus amigos y sin actividad. Tratamos de que todos los entrenamientos les quede algo, porque los queríamos seguir formando. Todos nos bancábamos los zooms, entrenábamos, nos preguntábamos por el otro si un día no aparecía...

¿Y ustedes cómo se vieron atravesados en la parte psicológica?

Nosotros también pasamos cosas malas como adultos y hubo que ocultarlas para no transmitirles las malas a ellos. Un poco lo que nos levantaba el ánimo eran los chicos, ver su progreso día a día. Nosotros estamos orgullosos de lo que logramos porque era algo muy complejo. Puedo asegurar que hubo compañeros que bajaron los brazos y perdieron todo. Con los chicos con contuvimos mutuamente y eso ayudó a salir de todo esto.

Dejá tu comentario