Los meses de otoño e invierno son ideales para realizar la poda de árboles: es la época donde menor impacto tiene cortar una parte de su estructura. A esta altura del año, ya con los últimos calores de fines de marzo y principios de abril siendo un recuerdo, los árboles necesitan que se les corten las ramas para poder fortalecer su crecimiento, y también es beneficioso para el paisaje urbano.
Comienza la temporada de poda de árboles: las recomendaciones de los especialistas
Los profesionales del rubro recomiendan podar a partir de mayo y hasta fines de septiembre. La práctica requiere de profesionales y autorizaciones municipales si se trata de un árbol de la vereda.
“La temporada de poda se inicia en mayo de cada año y termina a fines de septiembre. Cuanto más precisa y consciente sea la intervención, mayor estabilidad y longevidad le daremos al árbol intervenido”, comentó Manuel Vázquez, socio y gerente de Taijard, una empresa de Monte Grande especializada en poda y mantenimiento de espacios verdes.
Durante los meses de temporada baja, la poda continúa su rumbo, aunque con otros requisitos. “Entre septiembre y mayo, en lo que se denomina ‘temporada baja’ para la actividad, también se realizan podas, pero se interviene en un porcentaje mucho menor de los árboles”, contó Vázquez a El Diario Sur. Y agregó: “Se realiza una intervención específica para no generar daños en el crecimiento del árbol”.
Además de la propia necesidad biológica del árbol, muchas veces se solicita un servicio de poda por diversos motivos, como puede ser el riesgo de caída, la extracción de una raíz o simplemente que haya mayor iluminación. “Entre las intervenciones más comunes se encuentran las podas de formación, saneamiento, despeje, reducción, talas y extracciones de raíz”, comentó el socio de Taijard, que detalló que “cada intervención depende de la época y el cuidado que requiera ese ejemplar, como también de la seguridad de su entorno”.
Una de las dudas que surge a la hora de tener que podar un árbol es si se necesita algún tipo de autorización. “Para podar árboles que están dentro del domicilio, no se necesita pedir ningún permiso. Si el ejemplar está en la vereda, se tiene que solicitar una autorización municipal. Para eso hay que comunicarse con Atención al Vecino, donde a uno lo derivan al área de Medio Ambiente”, explicó Manuel Vázquez sobre la situación en Esteban Echeverría.
Un trabajo de riesgo
Para podar un árbol, no todas las personas están capacitadas. La riesgosa labor puede suponer un riesgo para cualquier vecino que quiera podar su propio árbol, mucho más si este se encuentra en altura. Es por ese motivo que existen profesionales o empresas especializadas en el área.
“El servicio profesional de poda garantiza la seguridad del entorno y la protección del árbol al cual se quiere intervenir. La poda es una actividad que requiere personal capacitado y elementos de seguridad idóneos”, explicó Manuel Vázquez, de la empresa Taijard, a El Diario Sur.