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CAMG: "Dependemos de la voluntad del socio"

En diálogo con El Diario Sur, el presidente de Club Atlético Monte Grande (CAMG) explicó como atraviesan la pandemia, tras seis meses de dificultades.

Los clubes de barrio y las entidades deportivas en general atraviesan una compleja situación, tras seis meses de pandemia en los que las deudas se acumulan. Sobre esto y más habló mano a mano con El Diario Sur el presidente del Club Atlético Monte Grande (CAMG), Luis López Da Silva.

¿Cómo está CAMG a seis meses de empezada la pandemia?

Azorado de que todavía podamos seguir adelante manteniendo la estructura de un club que dentro de todo es grande y es difícil de mantener. Tiene 11 empleados en relación de dependencia más todos los profesores que a través de la facturación y los porcentajes que se llevan. La complicación está principalmente en los salarios y el tema de los servicios. Principalmente la luz.

¿Tuvieron alguna excepción o posibilidad de condonación de alguna tarifa durante la pandemia?

Nada. De lo que es impuestos, cero. Pero principalmente el tema luz nos facturaron el primer mes un estimado con lo cual nos siguieron facturando alto. Además en CAMG tenemos una potencia contratada por los estadios de fútbol y básquet y esa potencia contratada hay que pagarla se usen o no. Debemos más de $150.000 a Edesur, y siguieron facturando como si hubiera habido actividad y consumo al club que está cerrado hasta hace 15 días que habilitaron el tenis.

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Presidente. Luiz López Da Silva encabeza la comisión directiva de CAMG. 

Presidente. Luiz López Da Silva encabeza la comisión directiva de CAMG.

¿Siguen pagando la cuota los socios?

Muchos socios sí. Tenemos esa suerte dependiendo la actividad. Hay algunas que no siguieron de forma virtual. Los que hacen actividades de forma virtual sí pagan la cuota social y parte del arancel.

Dijiste estar azorado de que sigan en pie, ¿cuánto tiempo más creen que podrán resistir?

Lo único que hasta ahora está abierto en CAMG es el tenis, y esperamos que pronto pueda abrir la concesión de la pileta y que eso nos pueda dar alguna ayuda, porque sino teniendo que afrontar salarios y mantener la estructuras no sé cuánto vamos a aguantar. Dependemos de la voluntad del socio, haciendo bingos cada 15 días para ayudar al club y los socios están ayudando mucho.

¿Cómo lo vivís personalmente este momento que te tocó gestionar?

Con suma preocupación, pero más ocupado que preocupado. Uno tiene también su actividad de la que tiene que vivir y también uno está complicado porque vengo de la rama de la hotelería y gastronomía. Con lo cual estoy sumamente complicado también. Siento el golpe económico también en lo personal. Pero como presidente de CAMG creo que todo es posible gracias a la familia que tengo. Mis hijos que juegan al básquet y vóley, y mi mujer que está siempre; y tengo una subcomisión que ayudan y dan mucho apoyo. Hay días que te frustrás y mucho, porque vos ponés todo para que el club esté bien. Los últimos 20 años el club estaba muy bien, y nunca pensamos que íbamos a tener que pasar un momento así.

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