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"Fue como ganar mi propio Mundial": la historia de la vecina que terminó la secundaria a los 65 

Mayte Martínez es una histórica auxiliar de un jardín de infantes de Ezeiza y en diciembre pasado terminó la secundaria en el colegio Naciones de Monte Grande.

HistoriasMaría Teresa Martínez demuestra que todo es posible si uno se lo propone. A los 65 años, esta vecina de Ezeiza terminó la secundaria en el Colegio Naciones de Monte Grande, mientras que al mismo tiempo trabajaba como auxiliar en el Jardín de Infantes 916 de Ezeiza.

“Siempre me gustó leer, soy muy curiosa, muy meterete, me gustó mucho estudiar, pero en mis tiempos no era tan fácil seguir estudiando siendo mujer”, confiesa Mayte, como le dicen todos, en diálogo con El Diario Sur.

Como muchas personas de su edad, la vecina de Ezeiza debió comenzar a trabajar desde muy joven. “Empecé trabajando como niñera, después seguí cuidando mayores hasta que entré en un frigorífico, donde estuve varios años”, relata.

Mayte Martínez tiene 65 anos y se animo a terminar la secundaria

Luego se casó y se dedicó al cuidado de sus 4 hijos, hasta que a los 37 años decidió anotarse en el Consejo Escolar para trabajar como auxiliar. “Cuando me inscribí para auxiliar todo era no, mi esposo me decía no te van a tomar, a esta edad para qué te vas a inscribir. Yo dije ¿por qué no?, con toda la contra empecé y ahí sigo 28 años después”, rememora Mayte.

“En el nivel inicial no solo hacemos maestranza, sino que atendemos muchas otras cosas también. En mi caso siento que es mi lugar en el mundo”, agrega la mujer sobre su trabajo.

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La vecina junto a sus compañeras de la secundaria.

La vecina junto a sus compañeras de la secundaria.

Allí en el Jardín de Infantes fue que las docentes vieron que María Teresa tenía capacidades y ganas de estudiar, y la impulsaron a iniciar sus estudios secundarios. Estuvo varios años con la idea en la cabeza hasta que en el año 2007 finalmente se inscribió en el Colegio Naciones Unidas de Monte Grande para terminar esta tarea pendiente.

“Cuando empecé todos me apoyaron, tanto en mi familia como en mi trabajo, pero lamentablemente en mayo de 2009 cometí una tontería y dejé la carrera”, se arrepiente Mayte.

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Carpetas y boletines de Mayte.

Carpetas y boletines de Mayte.

Después de 14 años de aquella decisión, la auxiliar de Ezeiza decidió ir por lo que le quedaba pendiente y retomar el último año de sus estudios secundarios. “Me costó volver a calzarme el engranaje, la mente no está tan lúcida ahora como antes”, subraya María Teresa.

“Las exigencias son bastantes porque tenía que estudiar, hacer trabajos prácticos. No quería equivocarme porque es un papelón a esta edad, a mí no me gusta”, asegura Mayte.

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La mujer trabajaba durante toda la mañana, de 7 a 13, tenía un momento para descansar y ya comenzaba con las diferentes tareas que le solicitaban sus docentes, por lo que para llegar a la meta del título significó un gran esfuerzo. “Pero estoy muy agradecida con todos los profesores, que son excelentes, nos enseñaban perfecto”, afirma la abuela de 8 nietos, algunos ya adolescentes.

“El momento en el que me recibí fue muy emocionante, me sentía muy bien por haber cumplido conmigo misma. Fue mi mundial, levanté una copa también”, remarca la flamante egresada.

El futuro de Mayte

“Me gusta mucho la literatura. Mi próximo desafío sería escribir un libro de cuentos, que tengan que ver con historias de vida. Ya escribí pequeños cuentitos relatando pequeñas historias de mi vida, algo así como un diario íntimo sin decirlo”, relata Mayte.

“Quizás siga estudiando. Estuve investigando algunas materias afines a lo que estudié acá, que tengan que ver con las Ciencias Sociales. Son carreras de 4 o 5 años, si bien ya no soy una adolescente, me interesa por mí, para ver qué hay más allá”, finaliza la vecina de Ezeiza.

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