Ezeiza |

Florencia y Luis fueron atropellados en la Ricchieri hace dos años y las familias siguen pidiendo justicia

El vecino del country La Martona que los chocó continúa en libertad. Desde la fiscalía pidieron cinco años de cárcel con cumplimiento efectivo.

En la mañana del 9 de julio de 2017, Florencia Adam (23) y Luis Rodríguez (32), ambos vecinos de Ezeiza, fueron atropellados sobre la autopista Ricchieri y perdieron la vida en el acto. Los impactó de atrás, mientras ellos estaban detenidos en la banquina, un vehículo manejado por Nahuel Agustín Ferro, que en ese entonces tenía 19 años, licencia de conducir para principiantes y conducía con alcohol en sangre. Hoy, a dos años de las muertes, las familias de las víctimas vuelven a pedir justicia.  

Florencia y Luis eran compañeros de trabajo. Luego de su jornada laboral, volvían a sus respectivos hogares juntos por la autopista, pero el auto que manejaban sufrió un desperfecto técnico y tuvieron que estacionarse a un costado. La joven llamó a su padre, Sergio, para que los remolcara, pero minutos más tarde ocurrió lo peor. “En el trayecto que estaba yendo a buscarla pasó todo, apareció este chico y a muy alta velocidad; los arrastró casi cien metros”, relató el papá de Florencia. 

Nahuel Ferro, siendo rescatado de su vehículo luego del choque.

Con respecto al caso, hay distintas versiones y discrepancias que le permitieron a Nahuel Agustín Ferro permanecer todo este tiempo en libertad. Por un lado, el resultado del test de alcoholemia, que fue de 0,50g, justo el máximo permitido. Después de mucho denunciar al respecto, las familias de las víctimas lograron que el fiscal de la causa, Andres Devoto (UFI Nº1 de Ezeiza), reconociera por escrito ante el juez que éste se le practicó al imputado varias horas después del choque, lo que no permitió reflejar el estado real en el que se encontraba Ferro al momento del impacto.  

Por otro lado, al defensa del joven asegura que Ferro perdió el control porque un tercer vehículo “lo tocó de atrás”, y eso lo hizo despistarse y colisionar contra el auto en el que aguardaban Luis y Florencia para ser remolcados. “No hay marcas  en el auto ni pruebas de que haya pasado eso, está casi descartado”, respondió Sergio Adam al respecto. 

“Manejar alcoholizado no tendría que ser un atenuante. Es entendible que un alcohólico tenga un problema y se lo tenga que ayudar, pero al momento en que una persona se sube borracha a un auto se convierte en un posible asesino. De alguna forma tiene que haber justicia”, concluyó el padre de Florencia, durante el segundo aniversario de una tragedia que abrió una herida enorme en dos familias, que aún no logran sanar.  

Dejá tu comentario