La investigación se inició en julio, después de que varios comerciantes denunciaran ser obligados a pagar sumas significativas de dinero en dólares. Los montos exigidos oscilaban entre los 10 mil y los 30 mil dólares en las primeras advertencias, pero se podían multiplicar hasta diez veces si no cumplían con las demandas del grupo delictivo.
El método utilizado por la organización consistía en dejar mensajes amenazantes escritos en chino. Si los comerciantes no se comunicaban para acordar el pago, eran víctimas de agresiones. Estas represalias incluían el envío de agresores para destruir mercadería, incendiar los accesos a los locales o incluso realizar disparos de arma de fuego.
Tras analizar diversos episodios, los oficiales lograron identificar un patrón y hallar a uno de los agresores que residía en una vivienda de la localidad de Remedios de Escalada, en el partido de Lanús. Mientras llevaban a cabo tareas de inteligencia en las inmediaciones de las viviendas, situadas en la intersección de General Paz y Pasaje Peatonal, lograron avistar al sospechoso.
Una vez detenido, se realizaron allanamientos de urgencia en las propiedades identificadas. Durante la inspección, se incautaron prendas de vestir que habrían sido utilizadas durante los ataques, notas escritas en un idioma extranjero, un automóvil, dos teléfonos celulares y diversa documentación.
El detenido, un argentino de 36 años, quedó a disposición del juez a cargo por los delitos de "asociación ilícita, extorsión, disparo de arma de fuego, lesiones graves y otros estragos".
Leé también: Canning: un detenido en un almacén que vendía drogas
