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Logró superar un cáncer, encontró un "cable a tierra" en el yoga y lo cuenta en su libro 

La vecina de Lomas Carolina González pasó por un cáncer linfático. Encontró el equilibrio emocional y decidió contarlo en su libro. 

Carolina González, una vecina de Lomas de Zamora de 34 años, logró convertir una tragedia que sufrió cuando tenía 25 años, como fue el diagnóstico del Linfoma de Hodgkin, un tipo de cáncer linfático, en un libro que escribió para “inspirar a gente que la está pasando mal”, según sus palabras.

“La idea del libro surgió por un lado de mi interés por escribir que tuve desde muy chica. Mi profesión es la administración de empresas y no veía una vía de escape para eso, para la literatura. Tuve que atravesar una serie de problemáticas como fue mi enfermedad y la muerte de mi hermana mayor a los 17 años, y quería contar que herramientas me sirvieron para superarlo”, expresó Carolina, en diálogo con El Diario Sur.

La obra, que se llama “La Luz de mi despertar”, no es una autobiografía sino una forma de contar “los recursos que me hicieron salir de esa situación, qué es lo que hice para sentirme mejor, qué fue lo que leí, qué hice, todo basado en mi propia experiencia”, de acuerdo con Carolina, que remarca “la necesidad de consultar con un profesional ante cada síntoma, de la prevención”.

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Carolina González, la vecina de Lomas que superó un cáncer y escribió sus vivencias en el libro “La Luz de mi Despertar”.

Carolina González, la vecina de Lomas que superó un cáncer y escribió sus vivencias en el libro “La Luz de mi Despertar”.

Desde que se recuperó de su enfermedad la lomense se desempeña como instructora de yoga y coach de mindfulness (respiración consciente). “Justamente fue mi psicóloga la que me recomendó esta técnica que tiene un aval científico y se utiliza en la salud. Sirve para conectar con el físico y ayuda al cuidado de la salud física y mental”, aseguró Carolina.

Durante el tratamiento de quimioterapia, que se extendió por cuatro meses, Carolina utilizó estas técnicas y trataba de tener un profundo contacto con la naturaleza. “Hacía caminatas, tenía conexión con los árboles, con las plantas y con los aromas. Siempre la conciencia de que somos mortales y de que estamos vivos. Mirando al otro a los ojos”, describió la mujer.

Previamente había pasado por el diagnóstico, en el que los médicos le habían confirmado que sufría cáncer linfático. “En ese momento estaba con mucho trabajo y estudiaba, tenía 25 años, estuve un mes seguido con tos y fui con mi novio a la guardia. Ahí me hacen un estudio y descubren que tenía un tumor en el mediastino (zona entre el esternón y la columna vertebral) y en la zona supraclavicular”, rememoró Carolina.

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“Cuando lo recibí tuve mucha negación, me preguntaba por qué a mí, si no me drogo, no hago nada malo. Empecé a enojarme con la vida y con los que estaban bien”, agregó la mujer que ahora da charlas motivacionales en organismos públicos y empresas, por lo que abandonó temporalmente su profesión de administradora de empresas.

“Me tengo que hacer un chequeo en la sangre de por vida. La tensión perdura cada vez que voy a hacer un análisis, me gusta ser transparente y no voy a decir que no me da miedo porque no es así. Hay que generar empatía con el que está leyendo”, finalizó la autora de “La Luz de mi Despertar”, que se puede conseguir comunicándose con Carolina a través de su Instagram @holacarolinagonzalez o por Mercado Libre.

Otro desafío en la vida de Carolina: ser mamá

“Antes de estar enferma me enteré que tenía una reserva ovárica de una mujer de más de 40 años a los 25 por lo que me dijeron que era muy probable que no pudiera tener hijos”, explicó Carolina González.

Sin embargo, pudo hacer frente a esa sentencia que le habían dado los médicos y fue mamá de dos nenes que hoy tienen seis y dos años. “Son dos milagros que llegaron sin fertilidad asistida, ningún médico puede creer como pude quedar embarazada y dos veces”, remarcó González.

“Es una de las grandes felicidades de mi vida, a la que le estoy sacando el jugo como no lo había hecho antes”, concluyó Carolina.

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