La actividad del complejo de La Salada poco a poco va recobrando su normalidad luego de que reabriera sus puertas el día lunes tras permanecer tres semanas cerrado en el marco de la investigación judicial contra el mandamás del predio, Jorge Castillo.
El Diario Sur recorrió la feria Ocean, donde la mayor parte de los puestos trabajaba con normalidad y una gran cantidad de gente recorría los larguísimos pasillos del lugar en busca de ofertas, ya sea para consumo personal o en calidad de mayorista, para revender en comercios.
Los únicos stands que se encuentran cerrados en la actualidad son aquellos que trabajaban con imitaciones de marcas, uno de los puntos principales que llevó a la clausura del mega-predio por parte del juez federal Luis Armella. De hecho, el gobierno de los Estados Unidos previamente había señalado a “La Salada, en Buenos Aires, como uno de los mercados negros más grandes de productos falsificados y pirateados en Argentina”.
Una de las trabajadoras, dedicada a la venta de ropa de hombre, destacó que “los únicos que siguen con problemas son los que trabajaban con imitaciones de marcas”. En ese sentido, durante la recorrida algunos de los locales estaban con fajas de clausura colocadas.
La mujer aseguró que “no cambió nada” desde el momento de la reapertura. “Podemos trabajar como lo hacíamos antes de que cerraran la feria”, agregó. Es así que hasta el momento avanza lentamente el cumplimiento de las principales condiciones que la Justicia había fijado para la reapertura del complejo de Lomas de Zamora: que los comerciantes cuenten con una constancia de inscripción de ARCA, contratos de alquiler registrados, constancia de procedencia de la mercadería y emisión de comprobantes de venta.
Fuera de la Ocean, en la calle que conduce hacia la feria Urkupiña, que también trabaja con relativa normalidad, se encuentro un stand del Banco Provincia, que trabaja en la regularización de la feria que es fuente de trabajo para 30.000 familias de la zona.
Otro de los puesteros que conversó con El Diario Sur durante la recorrida por el predio de La Salada manifestó que estuvo “desesperado” durante las semanas que permaneció cerrada. “En un momento pensé que iba a quedarme sin nada, también estaba el riesgo de que te robaran, como les pasó a algunos puesteros a los que la propia Policía les sacó las cosas”, expresó el hombre.
“Por suerte, la gente comenzó a venir como siempre lo hacía. Ya se ve mucho movimiento y este es el segundo día que abrimos”, completó el comerciante, en el medio de un complejo al que pese al conflicto siguen llegando colectivos y combis provenientes desde distintos puntos del país para aprovechar los bajos precios de La Salada.
El conflicto continúa en Punta Mogote
Una de las tres ferias que componen el complejo, Punta Mogote, aún sigue sin actividad debido a que la Justicia no habilitó todavía su reapertura. Se trata del predio que manejaba directamente Jorge Castillo, el denominado “Rey de La Salada” acusado de liderar una asociación ilícita dedicada al lavado de dinero y la evasión fiscal.
Fredy Acevedo, uno de los comerciantes del predio, explicó a El Diario Sur que siguen luchando por conservar su fuente de trabajo. “El 50% de los puestos no va a estar más, la gente se va a a dedicar a otra cosa. ¿Qué culpa pueden tener el cafetero, el carrero o los mismos puesteros?”, se preguntó.
“En Argentina parece que son más fáciles las cosas para los corruptos que para la gente que quiere laburar”, subrayó. Y concluyó tras formar parte de una nueva protesta frente a la Municipalidad de Lomas este jueves: “Queremos saber por qué Punta Mogote no puede abrir como las demás”.
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