El menor que perdió un ojo en un allanamiento por error en Villa Albertina atraviesa una dolorosa recuperación y necesita ayuda para afrontar los costos del tratamiento.
Villa Albertina: el menor que perdió su ojo necesita ayuda
Ignacio Seijas necesita ayuda para afrontar su costoso tratamiento. Perdió su ojo derecho tras ser baleado en un allanamiento por error en Villa Albertina.
Ignacio Seijas tiene 17 años y está viviendo una pesadilla desde que un policía le disparó en el ojo durante un operativo erróneo en su casa de Villa Albertina, en Lomas de Zamora. Mientras el oficial está detenido, el joven perdió la visión de su ojo derecho y enfrenta una rehabilitación que avanza con normalidad, pero que es muy dolorosa y tiene costos elevadísimos.
"Está recuperándose bien, ya no tiene infección su ojo, está en proceso de cicatrización y ya hay que ponerle un conformador, que es como una prótesis que le sostiene el párpado para que no se caiga. Eso nos cuesta alrededor de 50 mil pesos y ni el municipio ni nadie se está haciendo cargo", contó su hermana Rocío a El Diario Sur.
Toda la carga económica recae en el padre del chico, quien tiene serios problemas para afrontar esos costos. "Mi papá, quien está a cargo de Ignacio, es herrero soldador. Actualmente está sin trabajo, ya se está quedando sin nada. Semana a semana Ignacio necesita ir al hospital y tiene que pagar el remis, nadie nos está ayudando en nada", lamentó la hermana del joven.
Además de necesitar ayuda con su prótesis ocular, Ignacio requiere asistencia en muchos otros aspectos. "Cada remedio que se cambia son más de mil pesos y también se le compra cremas para la cara. No hay psicólogos que lo vengan a ver, no hay nadie que se esté haciendo cargo y esa es nuestra indignación, cómo el Estado se lava las manos con la sangre de un pobre inocente", fue la queja de la familia Seijas.
La asistencia psicológica es sumamente necesaria para el adolescente luego de un episodio tan traumático que le dejó serias secuelas. "Tiene ataques de miedo, ayer justamente casi se desmaya. Él se lamenta muchísimo cómo tiene el ojo, que está hundido", señaló Roció.
Respecto de su evolución médica, Ignacio pudo recuperar la visión de su ojo izquierdo, que se había inflamado por el impacto en el otro globo ocular. Pero el día a día es un calvario. "Él perdió el ojo derecho. El izquierdo gracias a Dios está intacto. Pero usa lentes todo el día porque el brillo le hace doler todo de nuevo. Inclusive si mueve el ojo sano, le hace doler el otro que está lastimado, que es sólo el glóbulo blanco; no tiene iris, pupila ni nada. Por eso también todos los días mantiene firme el ojo con el que ve, ya que si lo mueve, se mueve el otro y provoca un dolor insoportable", lamentaron desde su entorno.