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Hay un boom de bicicletas en la calle, pero los fabricantes sufren por los importadores

Mientras los locales minoristas disfrutan el fenómeno de las bicicletas, los fabricantes sufren ante la apertura de la importación.

Que desde hace unos años se ven más bicicletas en las calles es indudable. Hay deportivas, vintage y antiguas que fueron reparadas. El temor a viajar en transporte público en pandemia, los altos costos de mantener un auto o una moto y la conciencia sobre la salud son algunos de los factores que llevaron a que el negocio de las bicicletas esté en expansión. Sin embargo, no todos en la industria están conformes.

Los locales de venta minorista son testigos y partícipes del lado favorecido del crecimiento. Golden Bike, en Monte Grande, es un claro ejemplo: abrió sus puertas en marzo de este año, mientras varios sectores pasaban malos tragos económicos. Dos socios que se dedicaban hacía tiempo a la reparación de bicicletas, vieron que el boom los invitó a dar un paso más allá y decidieron que era buen momento para dedicarse a la venta.

“Nosotros teníamos un taller de reparaciones de bicicletas y la idea de abrir un local de venta de bicis era complementar lo que es el servicio que nosotros le podíamos dar a las bicis, más allá de la reparación”, comentó Damián Gallo, uno de los dueños, junto a Emanuel Boffa, de Golden Bikes. Y detalló: “Apostamos a eso y por suerte nos está yendo bien. En reparaciones ya éramos conocidos y ahora queremos apuntar a lo que es ventas”.

Las bicicletas, una tendencia en la pandemia (1).jpg

Los socios detectaron que el fenómeno de las bicis era una invitación a abrir un local. En diálogo con El Diario Sur, Gallo se animó a señalar los motivos de la tendencia. “Yo creo que, al no poder subirse al transporte público y estar encerrada en su casa, la gente lo único que podía hacer era andar en bici”, explicó el dueño, quien cree que “muchos descubrieron en cuarentena que andar en bicis era lindo y saludable” y que “se le fue agarrando el gustito y el boca en boca hizo que cada vez más personas anden en bici”.

Las noticias, sin embargo, no son buenas para todos. El boom de las bicicletas oculta atrás una importante pérdida: la del productor, que con los años fue siendo reemplazado por el importador. “Nosotros desde el año 2015 en adelante venimos de mal en peor. Somos una fábrica de cuadros de bicicletas mayorista y vendemos bicicletas y bicipartes por mayor”, comenzó su relato Kevin Montero, propietario de CHC Bikes. Y siguió: “Lo que notamos es que, desde el 2015, cada vez que hay aperturas de importaciones, muchas personas optan por traer bicis armadas desde afuera”.

La crisis económica y la apertura de importaciones fue un pisotón para los fabricantes de cuadros. “Tanto las cargas impositivas como el gasto de la producción eran muy altos y el costo de nuestro producto terminaba siendo muy alto. Las trabas impositivas en este país son muy altas y la competencia es desleal”, sentenció Montero, aunque insiste en su afán de continuar la producción: “Pero yo quiero apostar a mi país y crecer junto a un soldador, un pintor o un cortador, porque todos los necesitamos”.

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Damián Gallo y Emanuel Boffa, de Golden Bike.

Damián Gallo y Emanuel Boffa, de Golden Bike.

El precio de buen modelo

Entre todos los estilos de bicicletas que hay en el mercado, hay uno que es líder en ventas: las mountain bikes. “No hubo una tendencia en bicicletas de ruta, paseo o trial, eso está igual que antes; las bicis que se popularizaron fueron la mountain bikes”, comentó Damián Gallo, de Golden Bikes. “El precio promedio de las bicis mountain bikes que se lleva la gente es de $50.000, de gama baja”, especificó el dueño del local minorista, que también señaló: “Algo de gama media puede estar entre los 60 y 70 mil. Por último, lo mejor está arriba de 100 mil”.

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Kevin Montero, de CHC Bikes.

Kevin Montero, de CHC Bikes.

Los fabricantes, con los números en rojo

El mal pasar de los productores de cuadros, como CHC Bikes, carga con un magro reciente historial. En dicha empresa, donde el personal pasó a ser de 25 empleados en 2015 a solo nueve en este 2021, Kevin Montero se anima a detallar la caída de la producción: “Para fines de 2014 y principios de 2015, producíamos aproximadamente entre dos mil y tres mil cuadros de bicicletas mensuales. Fines de 2015 y principios de 2016, llegamos a una producción de mil cuadros mensuales. Para fines de 2017 y principios de 2018 nos mantuvimos en 800 cuadros mensuales y en 2019 fue el batacazo más grande que tuvimos, que es donde empezamos a vender 500 cuadros mensuales”.

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