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Mitos y leyendas de Zona Sur: los relatos urbanos más famosos de la región

Tras el avistamiento de un supuesto "duende" en la Universidad de Lomas, volvieron a resonar curiosos mitos que pasaron de boca en boca entre los vecinos de Zona Sur a lo largo de los años.

El bar fantasma de Lomas

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El

El "bar fantasma" de Lomas de Zamora.

Hace varias décadas funcionaba el bar “Billares” en la esquina de Fonrouge y Pueyrredón, a tres cuadras de la estación de trenes de Lomas de Zamora. Era un espacio donde los vecinos se juntaban a tomar tragos y, como su nombre lo indica, jugar al billar.

Tras muchos años de atención al público, el lugar finalmente cerró. Sus persianas estuvieron bajas y oxidadas durante mucho tiempo. Sus paredes empezaron a descascararse por dentro y por fuera. El lugar iba perdiendo vida… o no tanta. Vecinos aseguraban que cuando pasaban por la puerta del local abandonado escuchaban ruidos, como si estuviera funcionando.

Voces, sonidos de cubiertos y copas e incluso el golpe de las bolas de billar eran algunos de los ruidos que se oían desde la vereda. La principal teoría es que las almas de aquellos caballeros que se juntaban en el bar todavía seguían visitándolo y que seguía siendo su punto de encuentro, tal como lo fue en vida.

El niño bajo el Arco de Calzada

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Arco de Rafael Calzada.

Arco de Rafael Calzada.

En la avenida San Martín se encuentra un “arco” que marca la entrada a la localidad de Rafael Calzada. En este punto, vecinos de Almirante Brown aseguran haber visto a un niño de unos ocho años con una pelota y pantalones cortos, rodeado por un aura extraña, siempre en horas de la noche.

De acuerdo a la leyenda, el niño tiene toda la apariencia de ser un espíritu, ya que quienes lo ven se dan cuenta enseguida de que no es una persona real. Asimismo, todos lo describen como inofensivo y señalan que su carta de presentación es su pelota, ya que primero se topan con ella y luego ven al niño.

A pesar de ser una zona muy transitada, nadie recuerda algún caso de un niño fallecido en algún accidente que pueda asociarse a esta leyenda. Sin embargo, entre los camioneros que pasan por este lugar, el relato es bastante conocido.

El monstruo de la Laguna de San Vicente

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Laguna de San Vicente.

Laguna de San Vicente.

Posiblemente la leyenda con tinte menos terrorífico. Hasta tiene un toque de absurdo. Se trata de un supuesto monstruo que habita en la Laguna de San Vicente, como una versión local del “monstruo del pantano”.

La leyenda lo describe como un sapo gigante, con dimensiones similares a las de un auto Fiat 600. Su historia se hizo conocida tras una noticia publicada en el diario La Razón en la década de 1970, ya que vecinos de la zona denunciaban movimientos y ruidos extraños en la laguna.

Como en cada caso de este tipo, aparecieron más y más testimonios de personas que aseguraban haber visto a este sapo de gran tamaño. La leyenda se sostiene en que gran parte de la laguna estaba cubierta por vegetación, lo cual era un medio propicio para que el sapo viviera allí sin ser visto por mucha gente.

El hombre gato de Esteban Echeverría

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El hombre gato de los árboles atemorizó a vecinos de Echeverría.

El hombre gato de los árboles atemorizó a vecinos de Echeverría.

Esta leyenda generó mucho temor entre los vecinos echeverrianos allá por la década de 1980. Habla sobre un delincuente que atacaba a sus víctimas saltando desde las copas de los árboles. Esa característica hizo que el relato se deformara hasta crear un personaje que sería “mitad hombre y mitad felino”.

La historia se hizo tan popular que llegó a los medios de comunicación. Crónicas de la época aseguraban que el extraño sujeto se movía por las localidades de Monte Grande, Luis Guillón, El Jagüel y Ezeiza, siempre escondido en lo más alto de los árboles.

Si bien nadie pudo describirlo con exactitud y tampoco se pudo determinar si era un hombre de carne y hueso o una criatura híbrida, la gente de aquellos años miraba con detenimiento hacia los árboles cada vez que salía de su casa.

Un colectivo embrujado en Ezeiza

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La leyenda del 306 embrujado es una de las más conocidas de Zona Sur.

La leyenda del 306 embrujado es una de las más conocidas de Zona Sur.

La línea 306 recorre los municipios de Lomas de Zamora, Esteban Echeverría y Ezeiza. Tiene quizás la leyenda más cercana a la realidad en la Zona Sur: el colectivo embrujado. Se trata del interno 74 de la línea 306.

El relato señala que el vehículo hacía ruidos por las noches cuando estaba fuera de servicio, prendía las luces y hasta sonaba el timbre como si alguien estuviera pidiendo bajarse. Se había generado cierto recelo a este colectivo y varios choferes se negaban a subirse cuando empezaban a trabajar temprano por la mañana.

El temor era tal que estuvo estacionado durante años en un galpón de la terminal de Spegazzini, sin que nadie quisiera utilizarlo. El dato más llamativo es su origen: cuentan que llegó desde México a fines de los ’70 y que en aquel país había atropellado y matado a una joven, cuya alma supuestamente seguiría en el colectivo.

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