Lucas Cardozo no solo es el único sanvicentino que vive del ajedrez, también es el primero en la historia en conseguirlo. De 27 años, lleva ya siete al frente de la enseñanza de la disciplina en la Escuela Municipal de Deportes y también sumó clases en dos colegios privados de la ciudad de primero a sexto grado. Además, tiene 10 mil seguidores en su cuenta de Instagram “Ajedrez con Cardón”, en la que publica contenido sobre la disciplina, con una cuota de humor.
"Ajedrez con Cardón": el joven de San Vicente que fue campeón argentino y ahora suma seguidores
Lucas Cardozo es profesor de ajedrez y en las redes explica los aspectos del juego con humor. Da clases en el Municipio y en dos colegios de San Vicente.
01 de febrero de 2022 - 09:46
A nivel deportivo, fue campeón argentino en la categoría de menores de 18 en 2012. Hoy, en diálogo con El Diario Sur, destaca el crecimiento del ajedrez en San Vicente a partir de la pandemia y de la serie furor en 2021, Gambito de Dama. Y dice que sueña con dejar de ser profesor de ajedrez para llegar al título de ajedrecista.
“La actividad de ajedrez en la Escuela Municipal de Deportes es para menores de 18, con clases en San Vicente y Alejandro Korn. El promedio de edad es entre 10 y 12 pero también vienen chicos más grandes, o incluso mayores que quedaron”, comenta Lucas, que luego de presentar un proyecto en 2014, quedó a cargo de las clases.
Del mismo modo, cuatro años atrás presentó un proyecto para incorporar ajedrez en la primaria del Instituto San José y luego se sumó el Instituto Educativo del Sur. “El enfoque en las escuelas es el de ajedrez educativo, no de competencia. La idea es que sirva como método de pensamiento y ayude en el desempeño académico del estudiante. La verdad que la experiencia viene genial. Los chicos se entusiasman y se re enganchan, sobre todo los de primer ciclo”, describe Lucas.
En ese contexto de presencia creciente del ajedrez en la educación de los niños en San Vicente, se sostiene la ilusión de que haya más aficionados en el futuro. También creció el interés en la práctica del deporte a partir de la cuarentena en 2020. “Hubo un furor por los torneos online y creció la cantidad de usuarios de las plataformas de ajedrez. Pero de todas maneras no hay nada como jugar y aprender de forma presencial, todos en el ajedrez estábamos extrañando esto”, dice Lucas. Y se refiere al impacto de la serie Gambito de Dama, que tiene como temática al ajedrez y a una protagonista mujer: “El boom de la serie sirvió para que más chicas se acerquen a preguntar por el ajedrez. Históricamente siempre hay más varones, pero ahora se están animando”.
En redes sociales promociona sus clases particulares y tiene una actividad intensa difundiendo contenidos de ajedrez. Llegó a los 10 mil seguidores en Instagram, publica videos en Youtube, hace transmisiones por Twitch y organiza torneos online. Todo bajo el sello “Ajedrez con Cardón” y con humor. “Es información valiosa sobre ajedrez pero medio memes también”, describe Lucas.
“Yo soy federado y estoy yendo a competir a torneos en Capital por ranking internacional. También estuve tomando clases con un maestro internacional. Está buenísimo competir, ahí ves tus puntos fuertes y tus debilidades. Mi objetivo es incrementar mi ranking para llegar al título de Maestro FIDE”, dice. También sueña alcanzar el status de Gran Maestro, un honor reservado para pocos en Argentina.
“En el ambiente del ajedrez estamos todos medios locos”
Lucas Cardozo empezó a jugar al ajedrez a los 11 años, por impulso de su “papá del corazón”, cuando llegó a vivir a San Vicente. “Él era aficionado y siempre me decía que para mejorar tenía que agarrar libros. En ese momento me anoté en los Juegos Bonaerenses y conocí a mi mentor, del club Juegociencia de Adrogué”, repasa. Luego de competir en diferentes torneos y saltearse muchos otros por el costo económico, en 2012 el club lo apoyó para participar del Campeonato Argentino U18, en Villa Carlos Paz, donde se coronó campeón. “Fue durísimo, yo no tenía experiencia en torneos argentinos, pero la alegría de ganar fue inmensa”, destaca.
Lucas también resalta las bondades del “ambiente del ajedrez”. “Lo más común es que estamos todos medio locos”, confiesa entre risas. Y agrega: “Pero es muy lindo el ambiente, podés hacer grandes amistades, viajar. Y lo más lindo es que vayas a donde vayas, siempre hay alguien que juega. Y si les preguntás si podés jugar, siempre te dicen que sí, y ahí arranca una complicidad”.
